Europa afronta una interrupción significativa del transporte aéreo a medida que un número creciente de países prohíbe vuelos desde el Reino Unido debido a los temores sobre una nueva cepa de coronavirus, lo que llevó a las aerolíneas a repetir los pedidos de más pruebas para mantener las fronteras abiertas.
El director general de Eurocontrol, Eamonn Brennan, dijo que hubo 900 vuelos diarios entre Gran Bretaña y los 27 países de la Unión Europea (UE) entre el lunes y el sábado de la semana pasada, pero destacó que el sector sufrirá “un impacto significativo” por las nuevas restricciones.
Las aerolíneas, que se están recuperando tras la cancelación de unos seis millones de vuelos desde marzo debido a la pandemia, afrontan una avalancha de restricciones.
“Las medidas llegaron con muy poca antelación”, dijo un funcionario de la industria.
Mientras los funcionarios de la UE tratan de dar una respuesta coordinada a la situación, las aerolíneas pidieron más pruebas para que no haya otro cierre de fronteras generalizado.
“Los gobiernos deben cooperar para establecer una capacidad de pruebas para que las fronteras puedan permanecer abiertas a la gran mayoría de los pasajeros sanos”, dijo la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).