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Seguramente te ha pasado que inicias el día y luego de algunas horas sientes que tu productividad no está al 100%. Has invertido tiempo en revisar tus redes sociales, hablar con tus colegas, tu pareja, amigos, bebiste café y tomaste desayuno, te pusiste al día con el correo pero sigues sin hacer lo que tenías planeado, según

Esto suele ocurrir debido a que diariamente nos encontramos con diversos distractores que consumen gran parte de nuestras horas productivas. Al cerrar el día nos queda una sensación de insatisfacción, que con el paso de los días se traduce en estrés y convirtie nuestros entregables del trabajo en una labor titánica. Luego nos disponemos a realizar actividades cuando nos falta poco para cumplir el deadline. ¿Te suena esta historia? Continúa leyendo, pues este artículo es para ti.

A continuación hallarás cinco ejercicios de mindfulnessque te ayudarán a centrar tu mente en lo que estás haciendo, detalle a detalle, sin juzgar o clasificar ni rechazar nada de lo que te cruza por la mente.

1. Respiración consciente y contando

Toma algunos minutos de tu tiempo, puede ser en casa, antes de empezar tu jornada de trabajo, o en tu break. Siéntate en un lugar tranquilo de la forma más cómoda posible. Inicia tomando aire, inhalando lentamente, procurando concentrar tu mente en la sensación que se produce en tu cuerpo a medida que el aire avanza, desde tu nariz, garganta y tus pulmones. Céntrate en el movimiento de tu cuerpo, y cuando empieces a exhalar, haz un conteo regresivo desde el 10 hasta el uno. Cuando acabes la primera respiración, repite.

Al practicar la respiración consciente no solamente contribuyes con tu atención plena, sino también con el control emocional, mejor oxigenación, mejor circulación, mayor concentración.

2. Observa un objeto

Dentro del espacio donde te encuentres elige el objeto que quieras y enfoca tu vista en este. Procura defscribirlo sin usar adjetivos calificativos y detalla su forma, tamaño, color, textura, longitud; mantén la vista algunos minutos. Este ejercicio puede parecer sencillo a primera vista, pero es posible que notes con cuánta facilidad tu mente se distrae, si eso ocurre y te pierdes en tus pensamientos, no pasa nada, pues alcanzar la atención plena lleva tiempo. Te invito a que inicies de nuevo, hasta que lo único en lo que pienses sea en el objeto escogido.

Al centrar nuestra atención en un objeto buscamos que la mente se centre y pase de su constante estado de crear historias o saltar de idea en idea, y logre mantenerse igualmente ocupada, de ese modo estimulamos la atención plena.

3. Explora tu cuerpo

Toma una respiración calmada y serena. Observa con detenimiento lo que siente cada parte de tu cuerpo: tu cabeza, tu cabello, tu cara, frente, tus cejas, tus ojos, nariz, boca, mandíbula, cuello, hombros, garganta, brazos, pecho, espalda, pulmones, columna, costillas, corazón, manos, tronco, estómago, genitales, piernas, y pies.

Toma algunos minutos, y procura mantenerte enfocado en cada uno de los puntos. Esta práctica te ayuda a estar presente en el ahora, y a centrarte, a su vez la mente se mantendrá enfocada y el cuerpo relajado.

4. Enfócate en la acción: una cosa a la vez

Centra tu mente y tus sentidos en la tarea que estés desempeñando, y acompaña dicha acción con la respiración de forma relajada y tranquila. Cuando notes que tu mente ha empezado a viajar, enfoca tus pensamientos nuevamente en lo que estabas haciendo. La idea es crear el hábito en tu mente de volver siempre al presente, de este modo podrás culminar lo que empiezas en el tiempo estipulado.

5. Escucha activamente

En esta meditación te invito a que escuches con atención todo lo que pasa a tu alrededor, sin evadir ningún sonido. Abre tu mente y emplea el sentido del oído, para conectarte con el entorno. Posiblemente identifiques sonidos que usualmente ignoras, o de los que nos somos conscientes cuando interactuamos en el mismo ambiente, pero sin usar nuestra atención plena.

Estos ejercicios no solo contribuirán con una mejor concentración, sino que a través de esta podrás realmente emplear tu tiempo de modo eficiente, y por tanto mejorar tu productividad, manteniendo la mente enfocada, el cuerpo relajado y sintiéndote feliz.