Cusco, la región que recibe a más turistas después de Lima, cuenta a la fecha con un servicio de trenes en la ruta Ollantaytambo-Hidroeléctrica. Pero una constructora coreana impulsa una iniciativa para implementar una nueva ruta: Cusco-Chinchero-Urubamba.
La noticia la dio a conocer el presidente Pedro Castillo durante su mensaje de Fiestas Patrias, en el que también brindó detalles de otros proyectores ferroviarios, como el ferrocarril Puerto San Juan de Marcona–Andahuaylas, el tren de cercanías Lima-Ica, así como el de Huancayo-Huancavelica y el de Centro de Lima-Huarochirí. Algunos de ellos podrían iniciar su construcción en el segundo semestre del 2023.
Pero el tren Cusco-Urubamba aún está en una etapa inicial. De acuerdo a información que compartió el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) con Gestión.pe, dicho proyecto posee -a la fecha- un diseño conceptual, desarrollado con información secundaria, aunque ya permite obtener datos para la toma de decisiones, después de realizar una evaluación expeditiva.
La iniciativa del ferrocarril surge a raíz de la construcción del nuevo Aeropuerto de Chinchero; se plantea la construcción de una infraestructura ferroviaria para la conexión del aeropuerto con el Cusco -un tramo de 19.4 kilómetros-, y con la ciudad de Urubamba (34 kilómetros), “siguiendo el ejemplo de las principales ciudades a nivel mundial”.
¿Pero qué empresa está detrás de la iniciativa? Se trata de la constructora surcoreana Dohwa -empresa que conforma el Consorcio Coreano a cargo de la Oficina de Gestión del Proyecto (PMO) del Aeropuerto de Chinchero; y que también ha mostrado interés en la construcción de la nueva terminal portuaria de Lambayeque.
Actualmente está en la etapa de búsqueda de financiamiento para la elaboración de los estudios de preinversión. Según estima, para la elaboración del expediente se necesitaría cerca de US$ 4 millones. “Al encontrarse en una etapa previa, no está en la cartera de proyectos de ProInversión”, precisó el MTC.
Viabilidad el proyecto
La conexión con un aeropuerto internacional -el futuro terminal aéreo de Chinchero- representa una ventaja competitiva para el traslado de turistas provenientes del Cusco, y la exportación de productos cultivados y fabricados en la zona, menciona Carlos Estremadoyro, exministro de Transportes.
En un cálculo simple, señala que el aeropuerto de Chinchero tendrá una capacidad de seis millones de pasajeros, es decir, 50% más respecto al actual aeropuerto Velasco Astete.
“No solo significa mayor flujo de aviones, también la necesidad de mover a los pasajeros hacia Cusco y Urubamba. Si bien también había un proyecto para ampliar la pista Cusco-Urubamba, estaba entrampado por problemas con la entrega de terrenos; pero un proyecto ferroviario sería más factible dependiendo del trazo que tenga”, explicó, indicando que -en su opinión- el proyecto de un tren en la ruta mencionada sí sería viable por la necesidad futura.
No obstante, dijo que considerando el camino de pendientes, lo recomendable sería un proyecto de tranvías, debido a la zona geográfica. Recomendó, además, prever una ruta de doble vía ante la presión de pasajeros que aumentará con el tiempo.
Para Estremaydoro, lo más seguro es que el gobierno coreano entregue el estudio de perfil como una donación al Perú, en el marco de gobierno a gobierno, y se licite como una iniciativa pública. De acuerdo el exfuncionario, es momento de que el país también considere en los concursos de licitación los márgenes de interés que cobrarán las empresas, haciendo una comparación con las tasas que otorgan los principales bancos a nivel internacional.
Otros proyectos ferroviarios
De acuerdo a información a la que pudo tener acceso Gestión.pe, el proyecto Ferrocarril Puerto San Juan de Marcona–Andahuaylas, que será de tráfico mixto (pasajeros y carga general) se encuentra en su fase de elaboración de perfil reforzado, exactamente en el proceso de socialización con las comunidades ubicadas en el área de influencia -comunidades de Ica, Arequipa, Ayacucho y Apurímac- a fin de obtener la “licencia social”, que permita culminar con el informe sobre las afectaciones prediales que requerirá el proyecto.
Estas dificultades para realizar el levantamiento de información -según el MTC-, se encuentran solucionadas en casi su totalidad; por ende, se considera concluir con el perfil para marzo del 2023 y comenzar ese año su construcción.
Y es que el perfil reforzado tiene un avance financiero de 50%, lo que significa una inversión, hasta la fecha, de S/ 15.5 millones (el total es de S/ 32 millones).
A la fecha, según la entidad, los cuatro informes desarrollados -falta uno- presentan resultados positivos para la continuidad técnica del proyecto que permitirá conectar a la sierra centro con la costa. Así, considerando que la ingeniería básica fue elaborada con información primaria (en campo), permitiendo obtener el trazo principal de los 577 kilómetros (Etapa I del proyecto) con el permiso de las comunidades, lo que reduce la incertidumbre en la inversión del proyecto.
La totalidad del proyecto se ejecutará bajo la plataforma colaborativa de la metodología BIM (Building Information Modelling). Asimismo, por su especialización y nivel tecnológico, requerirá del tendido de fibra óptica y la implementación de subestaciones de energía eléctrica en su recorrido, que pueden servir de eje de servicios para mejorar el acceso a la cobertura de internet y de acceso a la energía eléctrica.
De acuerdo a la evaluación, se prevé incluir un hospital rodante para ser trasladado de pueblo en pueblo con el equipamiento y profesionales en las diferentes áreas médicas.
“Este es un proyecto que contará con una extensión total de 600 kilómetros de recorrido y una vida útil de 45 años. Se beneficiará de manera directa a más de dos millones de personas, y en un escenario conservador, se ha estimado una demanda de 23.7 millones de toneladas de hierro al primer año de operación, que llegará a un máximo de 66.7 millones de toneladas para los años 20 al 25″, informaron.
Tren Lima-Ica
Otro proyecto en el que trabaja el MTC es en la creación del Ferrocarril Lima-Ica anunciado en el 2016. Desde esa fecha, a la actualidad, todavía no está definido si el proyecto es socialmente rentable. Si bien se preveía que en el 2021 se realice su adjudicación, aún falta determinar si la modalidad de ejecución será por Alianza Público-Privada o Gobierno a Gobierno, como lo contempla la entidad.
El proyecto -que tendrá una extensión de 309 kilómetros y una inversión aproximada de US$ 3,300 millones -, se encuentra en proceso de socialización para obtener la “licencia social” y permiso de las comunidades y de propietarios privados, para realizar los trabajos de recopilación en campo (perforaciones diamantinas, refracción sísmica, MASW, calicatas, entre otros) que forman parte del tercer entregable.
“La evaluación forma parte del cuarto informe que será entregado para julio del 2023. La ejecución del perfil se encuentra a cargo del “Consorcio Tren Lima-Ica”, según el contrato suscrito en diciembre del 2019. El contrato posee una adenda, resultado de la suspensión por el COVID-19, y se prevé la ampliación de plazo por las dificultades que se presentaron durante el proceso de obtención de la “licencia social” y permisos, ante la negatividad de algunas comunidades y propietarios privados, que evitaron el desarrollo de trabajos en campo necesarios para culminar el tercer informe”, informó el MTC.
A la fecha, el perfil tiene un avance financiero de 39.14%, es decir, se ha invertido S/ 16,7 millones.
Cabe indicar que dicho consorcio a cargo del perfil técnico está integrado por las empresas China Railway, Creec Perú, Vitrubbio Ingeniería y Fybsa Ingeniero.