La compañía minera Southern Copper presentó este martes los resultados financieros del tercer trimestre del año y nueve meses del 2020, en donde se reitera el objetivo de iniciar la construcción del proyecto Tía María (Arequipa).
El informe señala que en el tercer trimestre del año la empresa recibió los resultados de una revisión del entorno social del proyecto Tía María, que fue realizado por una empresa líder mundial en evaluaciones de medio ambiente, sociales y de gobernanza.
Dicha evaluación concluyó que la compañía ha mejorado las relaciones con las comunidades y el plan para el sistema de gestión del agua en el lugar, para el proyecto Tía María, está alineado con los estándares internacionales. Además, concluye que la compañía ha alineado sus prácticas corporativas con los Principios Voluntarios en Seguridad y Derechos Humanos, una iniciativa de múltiples partes interesadas que promueve principios para guiar a empresas extractivas en el proceso de proveer seguridad para sus operaciones, en una manera en la que respeten los derechos humanos.
“Estamos complacidos y animados con estos resultados, que reflejan el impacto positivo de nuestra Compañía en programas sociales para Tía María y la región de Arequipa. Reiteramos nuestra visión que el inicio de las actividades de construcción de Tía María generará oportunidades económicas significativas para la provincia de Islay y la Región de Arequipa”, señala el informe.
Empleo en fase de construcción y operación
El documento agrega que dada la actual situación económica peruana, la firma minera considera que es crucial seguir adelante con proyectos que estimularán un ciclo de crecimiento sostenible. Así, precisa que durante la fase de construcción y operación, la prioridad será contratar mano de obra local para cubrir los 9,000 puestos de trabajo (3,600 directos y 5,400 indirectos) que esperan se puedan generar durante la fase de construcción de Tía María. En la fase de operación, se espera que Tía María emplee directamente a 600 trabajos e indirectamente provea trabajo para otros 4,200.
“Adicionalmente, desde el primer día de nuestras operaciones, generaremos contribuciones significativas a los ingresos en la región de Arequipa vía regalías e impuestos. Esperamos que el gobierno peruano reconozca el progreso significativo que el proyecto ha hecho en el frente social y las importantes contribuciones que Tía María generará a la economía del Perú y, consecuentemente, tome las medidas necesarias para proveer a SCC con el apoyo adecuado para iniciar la construcción”, sostuvo.
Agrega que la compañía ha venido trabajando consistentemente para promover el bienestar de la población de la provincia de Islay y como parte de estos esfuerzos, se han implementado exitosos programas sociales en educación, cuidado de la salud y desarrollo productivo para mejorar la calidad de vida de la región. También se ha promovido actividades agrícolas y ganaderas en el Valle de Tambo y se ha apoyado el crecimiento en manufactura, pesca y turismo en Islay.
La firma precisó que la cartera actual de proyectos aprobados en Perú totaliza US$ 2,800 millones, de los cuales US$ 1,600 millones ya han sido invertidos. Considerando los prometedores proyectos de Michiquillay ( US$ 2,500 millones) y Los Chancas ( US$2,600 millones), el programa total de inversión en Perú muestra un compromiso de US$ 7,900 millones.
En cuanto a los resultados financieros, señala que la utilidad neta del tercer trimestre del año fue de US$ 506 millones, 29.9% mayor que la utilidad neta de similar periodo del año pasado.
De igual manera, las ventas netas sumaron US$ 2,129.1 millones, 14.5% mayor respecto a similar periodo del 2019, debido a mayores volúmenes de ventas (cobre, molibdeno, zinc y plata) como a los precios de mercado de cobre y plata.
Respecto a la pandemia del COVID-19, la empresa señaló que dicha coyuntura llevó a introducir nuevas medidas para reducir la vulnerabilidad en la ejecución de proyectos. De este modo, las medidas sanitarias incluyen pruebas COVID-19 frecuentes; controles diarios de temperatura, entrega y uso obligatorio de máscaras, distanciamiento social en los lugares de trabajo y en el campo, y un periodo de cuarentena para su personal y el de contratistas.