Después de casi un año de investigación, Perú tendrá su primera variedad de quinua con denominación de origen, tal como en su momento lo hizo Bolivia con la quinua Real. Se trata de la variedad Negra-Collana que se produce en 37 distritos de ocho provincias en la región Puno y que es cultivada respetando técnicas de cultivo ancestrales y la biodiversidad.
Así, después de nueve años del despegue de la producción de quinua en el país, el cereal andino se sumará a los pocos productos que cuentan con dicha distinción otorgada por la Dirección de Signos Distintivos (DSD) del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), como el pisco o la aceituna de Tacna.
“Nos parecía increíble que al menos una variedad de quinua no tenga el distintivo siendo Perú centro origen de la quinua, lo que puede resultar perjudicial porque otros países empiezan a producirla con ese nombre y quienes lo domesticaron no se beneficiarán comercialmente, como ha sucedido con la variedad de quinua blanca. Esta denominación permitirá al productor participar en mejores condiciones de mercado”, sostuvo Guillermo Maravi Vega Centeno, responsable de componente de mercados y signos distintivos del Proyecto GEF Agrobiodiversidad-Sipam.
El Proyecto GEF Agrobiodiversidad-Sipam participa en el proceso de denominación de origen junto con el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La denominación será oficializada antes de mayo de este año. Y en camino hay otras dos denominaciones de origen más, entre ellas, una de quinua rosada que también se cultiva en Puno.
La variedad Negra-Collana puede generar en su mejor pico de producción hasta tres toneladas por hectárea -el promedio es de 1.8 toneladas en otras variedades-, y dar una rentabilidad al productor cercana a los S/ 5,400 por hectárea, según reporta el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) Actualmente ya se exporta, a países europeos, principalmente.
Otras variedades con alto potencial de rentabilidad para las empresas productoras y procesadoras, identificadas por el INIA, son la Salcedo INIA, INIA 431 Altiplano, Illpa INIA y la INIA 415 Pasankalla, ésta última con nichos de mercado exterior muy importantes en Europa “que permitirá a los productores acceder a mercados especializados”, comentó Rigoberto Estrada Zúñiga, coordinador del Programa Nacional de Cereales, Granos Andinos y Leguminosas del INIA.
Precios a la baja
Si bien la producción de quinua en el país habría crecido en el 2021 -según el Midagri-, el valor de las exportaciones a diciembre fue de US$ 110 millones registrando una caída de 25% comparado a lo obtenido en el año 2020, que fue de US$ 146 millones, según reporte de Agrodata.
Esta situación estaría explicada por el incremento de la oferta en el mercado internacional de quinua blanca, principalmente, que es producida por 70 países, y que ha llevado el precio hasta US$ 2 por kilogramo. En chacra se estaría pagando menos de S/ 3.
“Es importante pensar que en el Perú avancemos más en exportar la quinua procesada y no solo como materia prima, pero también fortalecer el consumo nacional, para ello los programas sociales deben tomar mayor participación en el uso de la quinua para el apoyo alimentario que brinda”, señaló Estrada.
Por ello, para el presente año se avanzará en el lanzamiento de líneas seleccionadas de quinua por su resistencia a la sequía en la región Puno, y se liberará una nueva variedad de grano blanco, “con buen tamaño y principalmente resistente a la sequía bajo los actuales escenarios de cambio climático”, finalizó.