Como medida de prevención tras la declaración del COVID-19 como pandemia, el presidente de la República, Martín Vizcarra, informó la postergación del inicio del año escolar en los colegios públicos y privados a nivel nacional, hasta el 30 de marzo.
Así, más de 53,594 colegios nacionales y 14,037 privados, que albergan a 8.2 millones de estudiantes entre ambos, deberán de adecuarse a la medida y buscar las alternativas para la respectiva recuperación de clases.
En medio de este anuncio, hay colegios privados que ya habían iniciado clases y que están usando la teleeducación para continuar lo avanzando, con ciertas limitaciones.
“La teleeducación es una herramienta que va a posibilitar que los alumnos sigan aprendiendo e interactuando con los profesores y entre ellos”, afirma José Taramona, director del Colegio Jean Le Boulch, ubicado en La Molina, y que cuenta con más de 500 alumnos.
El educador comenta que para continuar con las clases se han apoyado en plataformas como Zoom, Classroom de Google y Webex. Incluso están explorando incluir un sistema para la parte administrativa.
Taramona comenta que Zoom permite hacer clases virtuales en tiempo real y que es una herramienta que se usa mucho en las diplomaturas o maestrías online.
“Son plataformas muy flexibles”, comenta. Sin embargo, también tienen limitaciones. Taramona comenta que es imposible que todo los alumnos de primaria y secundaria estén conectados al mismo tiempo para tomar clases en tiempo real, pues los sistemas pueden soportar en algunos casos 100 interconexiones.
Asimismo, comenta que no se puede replicar la jornada normal educativa que puede llegar a durar hasta 7 horas.”En el caso de alumnos de sexto de primaria en adelante estamos optando por pedirles ingreso una vez al día a la plataforma, por dos horas”.
Evaluar la eficiencia de lo aprendido también es posible y según Taramona se puede medir según asistencia, participación y trabajos. Como es evidente, no todos los alumnos pueden asistir a las clases virtuales al mismo tiempo. Por ello también se apoyan en sistemas en los que los estudiantes pueden acceder a trabajos que han sido “colgados” o ver los videos de las clases que ya se encuentran disponibles,
En este tipo de plataformas no se puede adaptar al 100% el método de educación tradicional. “No vamos a darles clases como normalmente se entiende. Es un complemento, pues luego vamos a tener un plan de recuperación. Además, nos permite experimentar cómo podría ser la educación en futuro, que tendrá un componente remoto muy importante”.