La región de Piura se consolidó como la principal productora acuícola del país, al concentrar el 30% de la producción del sector en el 2020, según data del Ministerio de la Producción (Produce).
Con este resultado, el referido departamento ratificó su avance en la actividad acuícola nacional en los últimos dos años, luego de que en el 2018 –por efectos derivados de eventos oceánicos y del “Niño Costero 2017″– tuviera una participación del 17% en la producción del sector.
El crecimiento se explica en la diversificación de la producción de Piura en tres especies: conchas, langostinos y tilapia.
“En particular, es remarcable la significativa producción de concha de abanico, mucha de ella a partir de la gestión de organizaciones de pescadores artesanales convertidos en acuicultores, así como también de empresas tecnificadas. Ello conlleva favorables impactos sociales, económicos y comerciales”, afirmó Christian Berger, especialista de Ingeniería Acuícola de la Universidad Científica del Sur.
En lo que respecta a langostinos, la producción piurana se centra en una innovadora adaptación de la especie al cultivo en agua dulce, y en integración con la agroindustria en el uso del valioso recurso agua (economía circular). “Mientras que, el emprendimiento de producción de tilapia emplea tecnología de mayor nivel, mejores estrategias comerciales y constituye una de las acuiculturas de la especie de mayor importancia en el país”, refirió.
Por detrás de Piura, se ubicó Puno, con un 24% de la producción acuícola nacional en el 2020; mientras que, el tercer lugar fue para Tumbes, con el 23% de la producción del sector. Entre Piura, Puno y Tumbes acapararon casi el 80% de la producción acuícola peruana el año pasado.
Producción total
En el 2020, el sector acuícola produjo más de 141,000 toneladas, de acuerdo al Produce. Dicho monto permitió que en el periodo 2013-2020, el sector registrara un crecimiento promedio anual del 20%.
Este avance se justifica en el impulso de medidas promotoras para la acuicultura, así como la concreción de nuevas inversiones y emprendimientos, y en la aplicación nuevos sistemas intensivos de producción, como el caso de los langostinos en invernaderos, que han derivado en mayores rendimientos.
“Pese a ello, la acuicultura peruana se mantiene como poco diversificada y vulnerable a diferentes amenazas, entre las que destacan las climáticas, de competitividad y de eventuales epidemias”, refirió el especialista.
En la concentración de la acuicultura peruana en el año 2020 resaltan las truchas (51,910 toneladas, un 37% del total), las conchas de abanico (47,002 toneladas, 33%) y los langostinos (36,725 toneladas, 26%).