La economía de Perú tendrá uno de sus peores resultados en más de dos décadas en el 2023 (sin considerar el 2020, primer año de la pandemia del covid-19). En un contexto como este, el pesimismo está primando en el sector privado.
En el Informe de la Encuesta Mensual de Expectativas Macroeconómicas del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), las empresas encuestadas consideran que los factores que más limitan el crecimiento de su compañía en el corto y mediano plazo son la inestabilidad política, los conflictos sociales y la dificultad para tramitar servicios con el Estado.
A esto se suma que en dicha encuesta se refleja el pesimismo que se ha apoderado del sector empresarial desde que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) admitió que el país se encuentra en recesión económica.
Así, 15 de 18 indicadores de situación actual y de expectativas se deterioraron con respecto al mes anterior. El más importante cambio es la expectativa de la economía a doce meses, la cual entró a terreno pesimista por primera vez desde enero del 2023.
Hasta hace pocas semanas, el MEF sostenía que la economía peruana se estaba recuperando citando la fortaleza de este indicador.
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“La economía presenta señales de mejora hacia adelante. El indicador de confianza para invertir de Apoyo Consultoría está en 17 puntos, el nivel más alto desde marzo del 2019. Lo mismo sucede con las expectativas de la economía a 12 meses que publica el Banco Central de Reserva [nivel más alto de los últimos años]”, destacó el titular del MEF, Álex Contreras en setiembre.
Si bien no se encuentran en terreno negativo, en el último mes las expectativas sobre el sector, demanda, contratación e inversión a doce meses han caído. Los mismos indicadores a tres meses, salvo contratación, se han consolidado en el pesimismo empresarial.
“Empieza a preocupar porque las expectativas a doce meses eran el ‘colchón’ de la duda del frente empresarial. El problema era la expectativa de corto plazo, que ahora ha suscitado este contagio a doce meses significa que las expectativas se han deteriorado mucho más”, señala Juan José Marthans, director del Área Académica de Economía del PAD, Escuela de Dirección de la Universidad de Piura.
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Los sectores
A nivel sectorial, las mayores contracciones vienen de Minería e Hidrocarburos. El índice de expectativas de inversión a doce meses se redujo de 58 puntos en setiembre a 46.2 en octubre. Del mismo modo, las expectativas de empleo en estos sectores cayeron de 47.2 a 34.6 puntos.
Por el contrario, un sector que mejora en todos los indicadores es Construcción, tanto a 3 y a 12 meses. “Algunos datos muestran una leve recuperación mes a mes, como el consumo interno de cemento y la activación de la segunda temporada de pesca, pero no hay las señales suficientes para cambiar el ánimo de todos los empresarios”, sostiene Mario Guerrero, head de estudios económicos de Scotiabank.
El consenso de los analistas económicos consultados por Gestión apunta a que el deterioro de las expectativas va más allá de la previsión del impacto del fenómeno de El Niño. De hecho, como se mencionó líneas atrás, de acuerdo con la encuesta, lo que limita el crecimiento de la empresa es la inestabilidad política, los conflictos sociales y la dificultad para tramitar servicios con el Estado.
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¿Se revertirán?
Para Enrique Castellanos, profesor de finanzas de la Universidad del Pacífico, “no hay que tomar estos números como si estuvieran escritos en piedra. Es un termómetro. Los ánimos caen por los números reales del PBI que mostraron cuatro meses en decrecimiento. Si se toman las medidas idóneas, este número puede girar”.
Se esperaría que en la medida que la inflación se acerque al rango meta (entre 1% y 3%) y la tasa de interés de referencia siga reduciéndose, abaratando el crédito, se pueda iniciar a ver una mejora en las expectativas empresariales.
“El punto de inflexión para estos valores de expectativas van a ser con señales fuertes, hitos de grandes proyectos de inversión. También tiene que desaparecer el factor climático. Quizás hacia el tercer trimestre del 2024 (haya un cambio en las expectativas)″, sostiene Rafael Zacnich, gerente de estudios económicos de ComexPerú.
“El fenómeno de El Niño es temporal. Va a impactar y una vez que termine, podríamos vernos impulsados por la recuperación. Por eso es que mantenernos la expectativa de crecimiento al 2024 en 2.3%”, complementa Guerrero.
Bachiller en Economía y Negocios Internacionales de la Universidad ESAN y especialista en Sostenibilidad por la Pacífico Business School. Fue analista de Sectores y Empresas y del Content Lab de Semana Económica. Actualmente es redactora senior de economía en Gestión.