Hoy se cumple un año del mandato de Pedro Castillo. Durante este tiempo, las paralizaciones y protestas en torno a proyectos mineros se han agudizado, situación que ha tenido un impacto en la producción de cobre -del cual el Perú es el segundo productor mundial, por debajo de Chile- en momentos que el precio del metal tuvo importantes alzas.
En marzo de este año -por ejemplo- el precio del cobre impuso un nuevo máximo histórico tras cotizarse en US$ 4,867 la libra (US$10.730,0 la tonelada). Ante ello, ¿qué impactos han tenido las paralizaciones de proyectos como Las Bambas, Antamina y Cuajone entre las principales?
Diego Rosales, especialista de Macroconsult, explicó a Gestión que su impacto se observa en la reducción de la producción de cobre de cuatro regiones en los primeros cinco meses del año en comparación a similar periodo del 2021. La principal afectada fue Apurímac -región en la que se ubica Las Bambas- debido a que su producción retrocedió en 30%.
La segunda impactada fue Moquegua que cayó en 40%. Seguida de Tacna (-20%) y Cusco (-6%). “El Perú ha dejado de producir más de 80,000 toneladas métricas finas de cobre en los primeros cinco meses del año”, explicó. Ello implica que el país dejó de ganar US$ 800 millones adicionales por su venta al exterior con los precios actuales.
Esta situación -a su vez- va a tener un impacto inmediato en las transferencias por canon minero, regalías e Impuesto a la Renta a estas regiones para que sean destinadas al desarrollo de inversión pública.
“Los mayores perjudicados serán los Gobiernos Regionales y Locales de estas regiones porque en los siguientes semestres van a recibir menos transferencias justamente por canon minero, probablemente en una dimensión similar a cómo está cayendo su producción”, proyectó.
Este monto perdido hubiese permitido -explicó el experto- la construcción de 1,300 kilómetros de carreteras, así como la instalación de más de 3,000 camas hospitalarias al año y la posibilidad de lograr que más de 156,000 peruanos se matriculen en educación inicial, primaria y secundaria.
-Oportunidad perdida-
El experto indicó que la producción de cobre a nivel nacional se ha logrado mantener en alrededor de 200,000 toneladas métricas finas (TMF) a pesar de las paralizaciones de Las Bambas, Cuajone, Antamina, entre otros.
Solo la pandemia perjudicó la producción nacional y provocó que esta descienda de 200,000 TMF a 120,000 TMF.
Si se analiza, en cambio, en términos de exportaciones tomando en cuenta que el precio del cobre tuvo un importante alza, esta situación generó que en noviembre del 2021 se alcance una cifra récord de exportaciones de casi US$ 2,000 millones, el doble de lo que se exportaba (vendía al exterior) el año anterior.
“Si bien la producción de cobre se ha mantenido en alrededor de 200,000 TMF, las ganancias obtenidas por nuestras exportaciones no ha estado estático. Por el contrario han aumentado debido a que el precio del cobre se ha incrementado de manera importante y esto no tiene nada que ver con los ciclos políticos del Perú”, dijo.
Pese a ello, consideró que la racha alcista del precio del cobre no se ha sabido aprovechar, evitando las paralizaciones para aumentar la producción cuprífera.
“El Perú ha perdido una gran oportunidad de exportar más cobre si se hubiera evitado las paralizaciones de Las Bambas, Cuajone, entre otras unidades mineras. No se ha aprovechado de la mejor manera este ciclo positivo del precio del cobre, más bien lo estamos utilizando para tapar, barrer o mitigar estos errores”, afirmó.
Si el Perú -de acuerdo al análisis de Macroconsult- hubiera producido 30,000 TMF de cobre adicionales, considerando únicamente Las Bambas, este panorama hubiera significado cerca de US$ 300 millones adicionales en exportaciones durante los primeros cinco meses de año. Lo que a su vez significaría ingresos adicionales para Apurímac producto del canon, regalías e Impuesta a la Renta.
-Lo que se espera hacia adelante-
Una de las principales preocupaciones es que después de Quellaveco, de Anglo American y Mitsubishi Corporation, que empezó a operar comercialmente este mes, no hay otro proyecto minero que este por entrar en operación comercial.
“Es lo que nos debería preocupar en el largo plazo”, agregó. Además, consideró que se debería tener como objetivo nacional superar la producción de 200,000 TMF de cobre para obtener mayores beneficios en términos de exportaciones, que a su vez va a permitir la transferencia de recursos económicos a las regiones.
“En este contexto de paralizaciones y conflictividad social es muy difícil promover y promocionar la minería en el Perú”, afirmó.
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