El economista Pedro Francke (Foto: Hugo Pérez/El Comercio)
El economista Pedro Francke (Foto: Hugo Pérez/El Comercio)

Pedro Francke se ha esforzado por dar mensajes de tranquilidad al mercado ante un virtual triunfo de Pedro Castillo en la segunda vuelta electoral. El responsable del plan económico conversó con Gestión e hizo precisiones sobre lo que vendría para la tributación minera, que consideran un sector esencial para incrementar la recaudación en el Perú.

Esta es parte de la entrevista que se publicará mañana lunes 28 de junio, en la edición impresa del diario Gestión.

Anunció que estudian tres opciones para una mayor recaudación minera: ajustes a las regalías, un impuesto especial o subir el IR. ¿Hay alguno por el cual se inclinen más?

No, estamos en estudio todavía. Los tres tienen ventajas y desventajas. Es posible que lo que convenga es hacer una combinación, que es lo que tiene el Perú hoy. Tenemos regalías, un impuesto a la renta regular y un impuesto especial, hoy ya existe un régimen combinado, por eso hay que ver los tres. Alguno podrá quedarse como está o hasta disminuirse si se incrementan los otros.

Actualmente la carga tributaria total de la minería es de 47% y el profesor Castillo ha dicho que debería ser de 70% ¿Hasta dónde puede subir?

Primero hay que establecer que hay diferencias entre distintos metales e incluso niveles dentro de la minería. Por ejemplo, el cobre hoy tiene un precios excepcionalmente alto, lo cual indica que habría un margen interesante para una mayor tributación, no es el caso de la plata que no tiene una rentabilidad tan alta, quizás en este caso no hay que hacer ningún ajuste. No se puede tener una regla general única, tiene que considerar cierta adaptación a los distintos niveles de rentabilidad que tienen los distintos metales y las distintas minas.

¿Eso se considera en el cálculo?

El cálculo esencial tiene que considerar la rentabilidad de la empresa. El tema no es cuánto se reparte de la utilidad, sino asegurar que las empresas tengan utilidades que impliquen una rentabilidad razonable de acuerdo a su inversión. Se dice el 70/30, pero todo depende de cuánto haz invertido. Si invertiste poquitito y tienes una utilidad gigantesca tal vez sí, pero si invertiste un montón y tu utilidad es pequeña entonces no. El tema crítico es el de la rentabilidad empresarial que tiene que mantenerse en un nivel razonable.

¿Dependerá de los precios?

Hay que tener una propuesta que considere el hecho que ojalá el precio del cobre esté por muchos años a US$ 4.50 la libra, pero eso no es nada seguro. Tenemos que tener una propuesta que sea razonable de acuerdo a una variación de los precios y a un rango razonable de los precios futuros y de lo que ha sucedido en el pasado. El cálculo es complejo y hay que hacerlo con cuidado.

¿Qué falla en el impuesto especial a la minería que se estableció en el gobierno de Ollanta Humala?

Ese mecanismo se estableció cuando el precio del cobre estaba en US$ 3 la libra y en algunas evaluaciones ha sido beneficioso pero solo relativamente para el Perú. Las condiciones hoy son distintas y por eso pensamos que se puede hacer algo mejor.

Se ha repetido que se buscará negociar con las empresas, sobre todo las que tienen contratos de estabilidad, para que acepten las condiciones ¿Qué pasa si estas no aceptan las condiciones?

Lo primero es que esta medida tiene que ser conversada, dialogada con las empresas, pero también con las regiones y la población. Debe ser un gran diálogo nacional descentralizado porque el otro objetivo tiene que ser reducir los conflictos sociales que es la otra limitación de la minería. Esta medida debería ser una suerte de nuevo pacto social, pacto con los pueblos y las regiones, de tal manera que estos conflictos que tenemos ahora, se prevengan sustancialmente. Es parte de una ecuación más compleja porque está el tema ambiental y otros, pero hay que movernos en ese espacio.

Por otro lado, aquí hay dos elementos. Uno es la capacidad del Estado de modificar las reglas tributarias, esa es una capacidad del Estado en sí mismo. Hay un grupo de empresas que entiendo son solo siete las que tienen convenios de estabilidad tributaria y las otras no las tienen. Solo estas siete tendrían la necesidad de esta renegociación, las otras no. Pero nosotros creemos que lo mejor es hacerlo de una manera dialogada con el conjunto.

Con las que tienen convenios de estabilidad tributaria ya se hizo en dos oportunidades, con el óvolo de Alan García y con Humala cuando se puso el Impuesto especial. Ya tenemos una experiencia en ese sentido de la que debemos aprender y recoger, con la ventaja de que los que tienen este tipo de contratos son menos.