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En el 2018, se ha detectado un fuerte crecimiento en la elección de alternativas de transporte eléctricas de micromovilidad, tales como , skates y triciclos.

Estos productos se han convertido en una opción para quienes recorren distancias cortas (entre 1 y 10 kilómetros) para ir al trabajo, la universidad, hacer compras, entre otras actividades y de esta manera se libran del tráfico que tiene atrapada la capital.

Incluso existen decenas de opciones y marcas, y el mercado continúa innovando constantemente, pues todos los meses surgen nuevas compañías que buscan desarrollar diseños que optimicen la autonomía de este tipo de vehículos.

Una prueba de ello es que empresas como Volkswagen, Peugeot y Ford se encuentran también apostando por este nuevo segmento en expansión. Para echar un vistazo a este mercado, en Perú las importaciones de motos eléctricas aumentaron 241.3% en el último año, en comparación con las cifras de 2017.

En cuanto a los , sus importaciones crecieron 231% para el mismo período. El principal país de origen es China, de donde provino el 91.6% de dichos productos, junto con Croacia, Corea del Sur y Estados Unidos.

El fenómeno es global y el crecimiento de estas alternativas de movilidad ha impulsado el desarrollo de startups innovadoras como las empresas Bird y Lime las cuales ofrecen el servicio de alquiler de scooters eléctricos mediante una aplicación en la cual los usuarios tienen acceso a vehículos que incorporan tecnologías IoT (internet de las cosas), disponibles en los espacios públicos.

Dichas compañías ya operan en más de 100 ciudades alrededor del mundo, tanto de Estados Unidos como de Europa y Latinoamérica, entre ellas Ciudad de México y Santiago de Chile.

A su vez, la empresa española Cabify planea implementar en Latinoamérica la plataforma digital Movo, similar a las anteriormente mencionadas, la cual está operando ya en Madrid. Recientemente, la empresa Rappi habría anunciado el inicio de este servicio en el país.

En el perú, las importaciones de scooters eléctricos aumentaron 231% en el último año en relación al 2017.


Piedras en el camino

Pese al desarrollo inminente del mercado de vehículos eléctricos, para Comex el Ejecutivo habría dispuesto un primer obstáculo. Recientemente, el (MTC) emitió un decreto supremo que modifica el Reglamento Nacional de Vehículos y dicta nuevas disposiciones que limitarían el uso de estos medios de transporte.

Según la asociación civil Regulación Racional, las disposiciones del MTC colocarían a los scooters, triciclos y skates eléctricos en el mismo plano que el resto de los vehículos a motor de dos y tres ruedas con velocidad máxima menor a 50 km/h.

Con lo cual obligaría a los propietarios a contar con un Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (Soat), tener placa e inscribirse en el Registro de Propiedad Vehicular.

La exigencia del cumplimiento de estas tres obligaciones por parte de los usuarios de los vehículos eléctricos en cuestión resulta totalmente injustificada.

Para la mencionada autoridad esta medida peca de genérica y que lo correcto hubiese sido que se defina lo que se entiende por cada tipo de vehículo y se indique con precisión cuáles estarían excluidos de su aplicación.

En ese sentido, la disposición no respondería a una necesidad real de regulación, sino limitaría la demanda de este tipo de alternativas que sustituyen otras formas de movilizarnos más contaminantes, que ocupan más espacio en la vía pública y que presentan mayor incidencia en los accidentes de tránsito.

Esto no quita que dichos vehículos sí deban cumplir mínimas medidas de seguridad como el uso de cascos, no manejar en las veredas y respetar las normas de tránsito.

Sin embargo, pese a la gran contribución de las alternativas de micromovilidad eléctrica, estas opciones, por sí solas, no solucionarán los grandes problemas de tránsito en ciudades como la nuestra.

Una solución integral al problema pasa por acciones que tendrían que apuntar a políticas de inversión en transporte masivo de buena calidad, que sean consecuencia de una institucionalidad coordinada.

La calidad de vida de millones de personas depende del desarrollo de transportes públicos eficientes, que generen ciudades realmente habitables y permitan articular estas nuevas formas de micromovilidad eléctrica, además de a ciclistas y peatones, con una amplia red integrada de transporte urbano.

Los esfuerzos del MTC deben ir en este sentido y no entorpecer el uso de alternativas de transporte con regulaciones carentes de análisis de impacto regulatorio. Un reto que deberá ver, en forma prioritaria, la recientemente creada (ATU), de acuerdo al último reporte de Comex.