En víspera de Perumin 36, evento del sector minero que se realizará en Arequipa a fines de setiembre, Macroconsult y el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) presentaron un estudio sobre la relevancia de la minería en la región del sur.
El resultado principal es que la minería ha representado alrededor del 30% del PBI total de Arequipa desde el 2016. El aporte promedio anual de la actividad económica ha sido superior a los S/ 8,400 millones.
En consideración de los autores del proyecto, hay espacios para que la participación de la minería en la producción total de Arequipa sea mayor. ¿De qué depende? Gestión lo responde.
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Predominancia
Según los cálculos de Macroconsult y el IIMP, la minería en Arequipa representó el 38% del PBI de la región en el 2017, un “pico” que no se ha vuelto a replicar. Los años siguientes se registró menores porcentajes, sin embargo, hasta 2021, último dato oficial del INEI, no bajó de 31% (ver gráfico).
A consideración de Gonzalo Tamayo, socio de Macroconsult y exministro de Energía y Minas (Minem); y de Miguel Cardozo, director del IIMP y presidente de Perumin 36, ello podría cambiar próximamente gracias al destrabe de grandes proyectos mineros en la región.
En concreto, ambos expertos hacen referencia a Zafranal y Tía María, los dos proyectos de cobre, que en conjunto tienen una inversión superior a US$ 2,660 millones, según datos del Minem.
Con su entrada en operación, podrían llevar a la minería a representar más de la mitad del PBI arequipeño. “En conjunto podrían producir alrededor de 300 mil toneladas de cobre anuales. Podría llevar al PBI minero hasta el 70% u 80% del PBI total de la región”, asegura Cardozo.
“Podrían agregar un 70% de cobre al que ya produce Cerro Verde, que es parte relevante del PBI minero actual. Ese es el orden de magnitud”, complementa Tamayo. Cerro Verde, vale decir, produjo 459,109 toneladas de cobre en 2022, según cifras del Minem.
Aunque Tía María, a cargo de Southern Copper, sigue en stand by por las protestas que se suscitaron alrededor del proyecto, Zafranal sí está incluido en la cartera de proyectos de inversión minera más reciente del Minem. En mayo se aprobó su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) luego de dos años de espera. Su construcción iniciaría en 2025 y su puesta marcha en 2028.
Es decir, antes del 2030 el PBI minero de Arequipa representaría más de la mitad de su PBI total.
De cumplirse esas fechas, Arequipa se sumaría a un grupo selecto de regiones que tienen más de una mina que sostiene su producción de cobre total, según Cardozo.
“Pocas regiones tienen esa suerte según la cartera de minas actual. Un solo proyecto suele producir cerca del 100% de cobre total. Solo hay dos regiones que tienen más de uno: Cusco, con Antapaccay y Constancia; y Moquegua, con Quellaveco y Cuajone”, explica.
Arequipa también cuenta con dos proyectos mineros más en cartera: Pampa de Pongo (hierro), de Jinzhao Mining (en etapa de prefactibilidad); y Don Javier (cobre), de Junefield Group (en etapa conceptual). Ambos tienen una inversión conjunta de US$ 2,944 millones, de acuerdo al Minem.
A ello habría que sumarle 10 proyectos de exploración minera que están en evaluación o por ejecutarse en la región. Entre ellos se encuentran dos proyectos de las mineras Bateas y Buenaventura, que ya operan hoy en Arequipa.
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¿Amenaza?
Si bien el destrabe de los grandes proyectos mineros en Arequipa es prometedor, hay otro indicador a tener en cuenta para su impacto en la región: la generación de empleo.
Según el estudio de Macroconsult y el IIMP, existen 30 mil trabajadores mineros en Arequipa. Además, por cada empleo directo, hay cerca de seis indirectos e inducidos. En total, son aproximadamente 180 mil empleos los que genera la minería en la región del sur.
Sin embargo, su evolución es errática. En 2018 la minería generaba 37 mil empleos directos en la región, pero un año después, prepandemia, cayó a 26 mil. En 2021 creció hasta 34 mil, para caer 3 mil al año siguiente (ver gráfico).
Para Tamayo, una de las explicaciones detrás podría ser la actividad de la minería informal e ilegal. “En Arequipa no solo existe cobre y oro formal. En zonas como Caravelí, Atico, Secocha y Chala hay informal también. Puede generar cierta variabilidad”, considera.
Una de las pocas herramientas que permiten dimensionar la actividad informal minera en el país es el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo). Hoy hay 87,276 mineros registrados ahí, entre aquellos que tiene permisos vigentes y suspendidos. De ese total, Arequipa representa el 19%, con 16,760 inscritos.
Sin embargo, puede ser un medidor poco fiable, ya que salir del Reinfo no significa necesariamente que los mineros se formalizaron. Como explicó Gestión en mayo, puede pasar que sean retirados del registro luego de haber sido suspendidos y no subsanar las faltas señaladas por el Minem.
Por ese motivo, Tamayo cree que el golpe de estas actividades en el empleo formal no se pueda entender solo por ello. “No solo es un problema de Arequipa, pero sí tiene características similares al narcotráfico, con el agravante que su producto final es legal. Puede haber lavado de activos, evasión tributaria y violencia”, dice el exministro.
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Licenciado en Periodismo por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Parte del equipo fundador del medio digital Sudaca. Experiencia en cobertura política, social y económica peruana.