Bancos de Wall Street han solicitado a un regulador clave que abandone una norma propuesta que los obligaría a hacer negocios con compañías de energía y armas de fuego. Ante el riesgo de escarnio público, cuestionan la base legal de una medida que, según ellos, está avanzando injustamente y a grandes pasos.
La regla de “acceso justo” propuesta por la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC, por sus siglas en inglés) el 20 de noviembre crearía cargas indebidas para los bancos y podría amenazar sus modelos de negocios, dijeron grupos de la industria bancaria en comentarios a la agencia.
Los grupos de la industria también cuestionaron la autoridad de la OCC para emitir la norma y argumentaron que el período de comentarios de 45 días que terminó el lunes no permitió tiempo suficiente para responder.
Brian Brooks, director interino de la OCC, quiere prohibir que los bancos se niegen a prestar sus servicios a negocios legales relacionados con petróleo, penitenciarias y armas de fuego, que de otro modo evitarían debido al potencial daño reputacional.
El esfuerzo de la OCC inició después de que legisladores republicanos se quejaran de que los bancos se negaban a financiar proyectos de energía, citando preocupaciones por el cambio climático. Bancos como Citigroup Inc. y Bank of America Corp. también tienen vínculos limitados con la industria de las armas.
Brooks, quien fue nominado por el presidente Donald Trump para un período completo como contralor, se enfrenta a una presión temporal para completar la norma porque podría ser reemplazado después de que el presidente electo, Joe Biden, asuma el cargo el 20 de enero.
“Los problemas prácticos fundamentales de la propuesta se ven agravados por sus deficiencias legales básicas”, dijo la entidad Bank Policy Institute en una carta. Reemplazaría “efectivamente el negocio tradicional de la banca estadounidense” al eliminar las decisiones de gestión de riesgos de una empresa para un sistema en el que el regulador dicta “a quién se le debe proporcionar servicios financieros”.
La propuesta recibió miles de cartas de comentarios, muchas de ellas de personas que respaldan su requisito de que los grandes bancos abran sus puertas a los negocios de armas de fuego.
Grupos de consumidores y legisladores demócratas se unieron a los bancos en su crítica a la norma, centrándose más en el tema del cambio climático que en los modelos de negocio de los bancos.