El brote de coronavirus y el shock relacionado con el precio del petróleo reducirán la fortaleza económica y fiscal de los soberanos, aumentarán la vulnerabilidad de los soberanos más débiles a los cambios en las expectativas y expondrán las debilidades en las instituciones locales y foráneas, dijo Moody’s Investors Service en un informe.
Al igual que con otros sectores, Moody’s ajustará las calificaciones para reflejar los cambios en los perfiles de riesgo crediticio que la agencia considera que es poco probable que se recuperen por completo en los próximos años, y aquellos con mayor riesgo de incumplimiento.
Moody’s en este momento supone que la crisis, por severa que sea, será relativamente breve y que el crecimiento se reanudará en la segunda mitad del año.
En ese escenario, dadas sus fortalezas crediticias en particular, es probable que las implicaciones de calificación de la crisis para los soberanos globales sean relativamente limitadas.
“Los soberanos pueden soportar tormentas que otros no pueden”, dijo Sarah Carlson, vicepresidenta sénior de Moody’s y coautora del informe. “En términos generales, tienen grandes bolsillos, amplias fuentes de ingresos y financiación, que a menudo incluyen sistemas bancarios de apoyo, y la capacidad única de determinar qué obligaciones de gasto cumplen sin sanción”.
Por lo tanto, al menos por ahora, se espera que las concretas consecuencias crediticias y de calificación se centren en los soberanos más débiles o en aquellos que enfrentan desafíos idiosincrásicos, probablemente relacionados con instituciones débiles o políticas ineficaces.
“Dicho esto, nuestras suposiciones sobre el impacto de la crisis son dinámicas y podrían cambiar. Si el daño al crecimiento fuera más severo y prolongado, con un aumento rápido de la deuda y una reducción del acceso a financiamiento asequible, las implicaciones crediticias para los soberanos serían más profundas”, agregó Carlson.