cobalto
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El año pasado, los precios del cobalto subían tanto que los ladrones perpetraban complejos robos en los almacenes del puerto más activo de Europa. Ahora, están en caída libre y las empresas mineras sufren el impacto financiero.

Lo ocurrido es la clásica historia del auge y caída de las materias primas. En el caso del cobalto, tuvo que ver con la visión de Elon Musk de que los autos eléctricos tendrían un atractivo masivo y la consiguiente avalancha de dinero para apostar a que el mundo necesitará mucho más cobalto, componente crucial de las baterías de iones de litio.

Se sumó a la atracción la opinión generalizada de que la oferta de cobalto es limitada. Desde el punto de vista geológico, el metal no es raro pero se produce casi exclusivamente como subproducto de la extracción de cobre y níquel. La idea de que una mayor oferta de cobalto dependía de que esos metales tuvieran precios más altos resultó ser un mito.

En cambio, la disparada del precio del cobalto provocó un boom de oferta de la República Democrática de Congo. Los precios se desplomaron más de 60% desde el pico de abril del 2018, a US$ 15.88 la libra (454 gramos), según Fastmarkets MB.

A continuación tres razones por las cuales estalló la burbuja.

Auge de la oferta
Glencore Plc, el principal productor de cobalto, amplió su ventaja en 2018 con una importante expansión de sus minas congoleñas. Las mineras chinas también aumentaron la producción para satisfacer la creciente demanda de los fabricantes de baterías.

La fiebre del cobalto
Los precios récord también desataron una fiebre del oro moderna en Congo. Miles de mineras de pequeña escala se afanaron por explotar ricos yacimientos minerales, a menudo ilegalmente en peligrosos pozos improvisados, donde el mineral se extrae manualmente. La oferta de estas mineras, llamadas artesanales, aumentó a más del doble entre el 2016 y 2018, según la operadora de materias primas Darton Commodities.

Acumulación de existencias
Glencore está acumulando muchas existencias en las instalaciones de la mina Kamoto y los depósitos de almacenamiento de Sudáfrica, después de suspender las ventas desde la mina tras descubrirse mineral radiactivo.

Los bajos precios del cobalto también han perjudicado a Glencore en el aspecto financiero. La compañía no alcanzó las estimaciones de los analistas en su reciente informe sobre utilidades.

¿Repunte futuro?
Aunque actualmente el mercado del cobalto está deprimido, sigue habiendo mucho optimismo respecto del futuro. Las automotrices aún planean lanzar modelos de autos eléctricos y Glencore podría empezar a cumplir las órdenes pendientes de cobalto en el 2020. Para entonces, las ventas de autos deberían empezar a aumentar.

Citigroup Inc. prevé que el cobalto subirá 16% este año porque la paralización de la mina Katanga prácticamente inclina el mercado hacia el déficit. El máximo responsable de Glencore, Ivan Glasenberg, calificó el débil desempeño del cobalto en 2018 de “incidente pasajero” y dijo que probablemente los precios estén acercándose a su punto más bajo.