Brasil exporta alrededor de 2.2 millones de toneladas de azúcar al mes durante el pico de la cosecha. Una gran caída de la producción podría provocar una escasez mundial de azúcar, según algunos comerciantes.
Brasil exporta alrededor de 2.2 millones de toneladas de azúcar al mes durante el pico de la cosecha. Una gran caída de la producción podría provocar una escasez mundial de azúcar, según algunos comerciantes.

Los ingenios brasileños están cancelando algunos contratos de exportación de azúcar y desviando la producción al etanol para aprovechar los altos precios de la energía, según personas con conocimiento directo de los acuerdos, lo que hace temer una escasez del endulzante.

Casi todas las empresas involucradas en el comercio de azúcar en Brasil han visto cancelaciones, dijo un comerciante de una gran empresa internacional de productos básicos al margen de la Semana del Azúcar en Nueva York la semana pasada. Estimó que el total de cancelaciones hasta ahora es de 200,000 a 400,000 toneladas de azúcar sin refinar.

Está ocurriendo por el cambio de la mezcla de producción y también por el retraso de la cosecha”, manifestó el comerciante.

Brasil exporta alrededor de 2.2 millones de toneladas de azúcar al mes durante el pico de la cosecha. Una gran caída de la producción podría provocar una escasez mundial de azúcar, según algunos comerciantes.

La mayoría de los ingenios de Brasil son flexibles y pueden cambiar parcialmente la producción de azúcar o de etanol. En este momento, la producción se está inclinando a favor del etanol, ya que los altos precios de la energía impulsados por la recuperación de la pandemia y la guerra en Ucrania estimulan una mayor producción de combustible.

Las proyecciones recientes de los analistas muestran cifras de producción de azúcar más bajas y volúmenes de etanol más altos porque las ventas de biocombustibles se han vuelto más rentables para los ingenios. Las ventas de etanol aumentaron un 2.6% en abril.

Otro operador de un gran comerciante internacional de alimentos, confirmó las cancelaciones -conocidas en la industria como washouts- y dijo que la mayoría de los operadores están tratando de ser flexibles al negociar. “Se trata de contratos de compra garantizada (take-or-pay), hay una tarifa, por lo que a veces el costo puede ser elevado para el ingenio”, agregó.

Un ejecutivo de una de los mayores ingenios de Brasil, que pidió no ser nombrado, dijo que las ganancias por el cambio de azúcar a etanol compensan los costos de las cancelaciones. Brasil es el segundo mayor productor de etanol después de Estados Unidos.

Las ventas de etanol se pagan en uno o dos días, mientras que el azúcar de exportación tarda mucho más, y los ingenios tienen muchas facturas que pagar en el arranque de la cosecha”, sostuvo.

El etanol hidráulico cotizaba a finales de la semana pasada a un precio equivalente a 20 centavos por libra de azúcar, mientras que los futuros del azúcar en Nueva York se negociaban a poco más de 19 centavos por libra.

La temporada pasada, los ingenios utilizaron el 45% de la cosecha de caña de azúcar para producir azúcar y el 55% para etanol. Cada punto porcentual corresponde a unas 700,000 toneladas de azúcar.

Según datos del grupo de la industria azucarera Unica, la proporción más baja para el azúcar fue de 34.3% en el 2019, un año de bajos precios del edulcorante. La mayor fue de 49.7% en el 2006, cuando prevalecieron los valores más altos.

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