En los últimos años, el mercado de biodiésel en el Perú pasó de estar dominado por la importación a tener jugadores locales en el campo (palmicultores) e industria (refinerías).
Ahora la producción nacional inclusive podría tentar la exportación.
Samir Abudayeh, CEO de HPO Corp, señaló que las medidas antidumping al biodiésel importado dinamizaron el sector. Así, en el 2021, estarían comprando 100,000 toneladas de aceite de palma local (el 2008 solo fue 4,000 toneladas) para atender a los requerimientos en Perú.
No obstante, indicó que su refinería en Lurín puede producir 30,000 toneladas mensuales de biodiésel, una capacidad que duplica los actuales pedidos en el país. Por ello, explora el camino de exportación hacia Europa.
“Cada país tiene una normativa y estamos viendo la ‘permisibilidad’ en Europa, donde debemos demostrar la trazabilidad del biodiésel, que la palma no tenga deforestación. Ello requiere muchas certificaciones y estamos en ese proceso”, comentó a Gestión.
Sin embargo, reconoció que tal posibilidad dependerá de que el biodiésel con subsidios de otros países no siga cubriendo más mercados.
En el caso del biodiésel argentino, destacó la reciente resolución de Indecopi, que denegó el pedido de cambio de circunstancias consideradas en las medidas antidumping aplicadas el 2016 en Perú. La solicitud vino del Gobierno de Argentina.
Proyecciones
Para el año 2021, HPO Corp espera un incremento en ventas del 45% y en el Ebitda de 29%; y para el 2022, las ventas se elevarían en 13% y el Ebitda en 15%. En ese desempeño, los negocios más recientes -biodiésel y glicerina- serán claves.
“La glicerina va muy bien, siendo un commodity, nos nivela de cualquier desorden en los otros negocios”, sostuvo Abudayeh.
En estaciones de servicio, proyectan un crecimiento en los volúmenes de 25% por la recuperación parcial del mercado y las nuevas estaciones Herco en San Antonio, Cerro Azul, Chiclayo y Lurín. En total, incorporarían seis estaciones y llegarían a 24.