Hoy, a 18 meses de la llegada del COVID-19 al país, la pandemia continúa impulsando acelerados cambios en el perfil y las necesidades de los profesionales que deciden cursar una maestría, programa o curso de postgrado. En un mercado laboral cambiante y competitivo como el que deja la crisis sanitaria, este tipo de alumno se muestra cada vez más asíncrono, flexible y especializado.