El Estado peruano y la empresa privada deberán trabajar de manera conjunta para implementar medidas que impulsen los cambios estructurales que requiere el sector manufactura para ser competitivo y estar inserto en la economía global, señaló la directora de Technopark IDI, Carmen Vargas Quintana.
Señaló que implementar la idea de transformación digital como parte de la cultura de las empresas manufactureras es clave para su éxito competitivo.
Si bien la pandemia del COVID-19 aceleró la adopción de este eje en las empresas, pues se vieron obligadas a diversificar y cambiar su modelo de negocio, aún hay un margen importante para que la transformación digital se refleje en los procesos y se ahorren costos.
“Lamentablemente, las empresas no tienen una visión estratégica de mediano o largo plazo, sino más bien es una respuesta reactiva a inminentes amenazas. Unas prestan mayor atención a los cambios en los hábitos de consumo de los clientes; otras sí dan sus primeros pasos en la transformación digital y emplean métodos de trabajo que fomentan la innovación y agilidad; y hay otras, que están poniendo mayor énfasis en el control de riesgos y fortalecer sus gobiernos corporativos. Las respuestas son distintas”, indicó.
El que se internalice la cultura de transformación digital, afirmó Vargas, le indicará a la empresa peruana manufacturera que está obligada a integrar tecnología para crear valor, facilitando la conexión de los procesos productivos de manufactura con los puntos de distribución y venta, convirtiendo así la cadena productiva en “inteligente”. Esto haría que se obtengan productos más baratos y personalizados.
“Algunas recomendaciones para la creación mejorada de valor sería el determinar los cambios que necesita el mercado (temporización y velocidad, ambiente regulatorio, complejidad del producto, tamaño del producto y la digitalización), enfocarse en los tipos de negocios con mayores posibilidades de éxito (proveedores de infraestructura, plataformas de agregación y negocios de agentes) e identificar y ocupar puntos de influencia emergentes”, manifestó.
Mejorar la calidad de infraestructura digital
Vargas considera que sin una adecuada infraestructura digital en el Perú no se puede sostener un cambio trascendental a nivel del sector, pues siempre se tendrá un límite marcado al momento de querer implementar las estrategias digitales. “Se necesita un trabajo en conjunto con el Estado para mejorar las condiciones actuales”, manifestó.
Indicadores como el pilar de adopción de TIC dentro del Índice de Competitividad Global (ICG), del Banco Mundial; el Índice Global de Conectividad (Huawei); el Índice de Internet Inclusivo (The Economist Intelligence Unit); el Índice Global de Speedtest (Ookla) y el Índice de Conectividad Móvil (GSMA), dan referencia de la situación de Perú en términos de infraestructura digital.
Agregó que, en base a estos indicadores, el Perú cuenta con una velocidad de descarga de internet móvil y fijo promedio de 21 Mbps y 30.4 Mbps, respectivamente, resultados que son un 58.8% y 48% más bajos que el promedio mundial.
Además, la cobertura de red 4G, 3G y hasta 2G está aún lejos de ser universal para el país, al no alcanzar más del 83%; y resalta que la extensión en el uso de dispositivos móviles, suscripciones a internet fijo y suscripciones a internet de fibra óptica se encuentra muy por debajo (entre un 30% y 50%) del nivel de usuarios en países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), según Vargas.
“El Perú se encuentra por debajo del 61% de países en los rankings de competitividad de infraestructura digital y de telecomunicaciones. De igual modo, está en desventaja con otros países de América Latina, pues un 55% de ellos lo superan. Cambiar esto (infraestructura) nos va a ayudar a hacer otros cambios que inciden más en la gestión de la producción y comercial del sector manufacturero”, precisó.
Foco en las mypes
Las micro y pequeñas empresas (mypes) en el Perú cuentan con un alto porcentaje de informalidad que evita el acceso a créditos financieros para adquirir tecnología y contratar personal calificado, señaló la directora de Technopark IDI.
“Dada la realidad de las mypes, el Estado debe impulsar políticas que, mediante incentivos tributarios, los comprometa a incluir tecnología y capacitarse constantemente en la revisión de su modelo de negocio para crear valor y aprovechar sus oportunidades”, indicó.
Agregó que también hay oportunidades de mejora a través de las startups, pues pueden aportar al sector con el desarrollo de prototipos más ágiles y reduciendo la inversión de capital. “Si bien es cierto no tienen el poder para mover el mercado de manera individual, pueden influenciarlo ampliando sus soluciones”, precisó.