Por Alex Webb
Llámenlo problemas iniciales, desorganización o simple ludismo: las primeras semanas de trabajo desde casa estuvieron, para muchos, lejos de ser suaves.
Dejemos de lado por un segundo el impacto de refugiarse con niños, amantes y compañeros de casa. Los confinamientos por coronavirus revelaron una profunda división incluso entre los trabajadores de cuello blanco: entre aquellos empleados de compañías que han invertido en lo que se necesita para que su equipo pase realmente sin problemas de la oficina al trabajo desde casa, y aquellos empleados de compañías que no lo han hecho.
Muchas personas descubrieron que era un mito que podían hacer su trabajo con la misma facilidad desde la mesa del comedor. Lo que podría ser de rigor en Silicon Valley está lejos de ser normal en otros lugares.
Entre las empresas con más de US$ 1,000 millones en ingresos, una parte sorprendentemente pequeña, tal vez el 10%, está acostumbrada a que gran parte de su fuerza laboral trabaje regularmente de manera remota, estima el analista de Gartner Inc., Brian Kropp.
Otro 40% ha establecido prácticas de trabajo desde casa, pero no necesariamente tenía la infraestructura adecuada para la crisis actual. El 50% restante no estaba preparado y ha tenido dificultades para ponerse al día con la compra de pánico de servicios y hardware.
Esa falta de preparación podría ayudar a explicar las actitudes vertiginosas hacia aquellos que facilitan el trabajo remoto, como por ejemplo Zoom Video Communications Inc., el proveedor de conferencias web de moda.
Al principio, hubo un repunte. Zoom aumentó su número de usuarios simultáneos de 10 millones a principios de año, a unos 200 millones el 1 de abril y 300 millones el 21 de abril. Luego vino la reacción, ya que una serie de compañías advirtió a sus empleados no usar los servicios de Zoom.
Daimler AG, matriz del fabricante de automóviles de lujo Mercedes-Benz, citó las “diversas brechas de seguridad” del software en un memorando reportado por Bloomberg News y pidió a su personal usar la plataforma de colaboración Teams de Microsoft Inc.
Sin embargo, una gran cantidad de tales movimientos probablemente tenga tanto que ver con la preparación de las empresas para el trabajo remoto como con cualquier deficiencia por parte de Zoom. Los empleados parecían simplemente no saber lo que se suponía que estaban usando.
Al principio del confinamiento, parecía factible permitir que los empleados usaran una variedad de productos diferentes si iba a ser un acuerdo temporal. A medida que las medidas restrictivas duran más, las empresas tienen que elegir entre tecnologías.
Microsoft Teams, por ejemplo, puede costar hasta US$ 35 mensuales por usuario. Escale eso a decenas o cientos de miles de empleados y se convierte en un costo importante. Probablemente no deseen pagar varios servicios duplicados a la vez.
La experiencia de Slack Technologies Inc. resalta la falta de preparación. Disfrutó de un aumento no solo en el total de usuarios (que incluye a empleados de clientes corporativos existentes), sino también en nuevos clientes, empresas que anteriormente no usaban sus herramientas.
Los ejecutivos se están dando cuenta de que trabajar desde casa significa más que solo correo electrónico y videoconferencias. Esto está creando una oportunidad para empresas como Citrix Systems Inc. y Teamviewer AG, que proporcionan las llamadas redes privadas virtuales que permiten a los empleados acceder a sistemas corporativos de forma remota.
Permiten iniciar sesión en la computadora de su trabajo desde la computadora portátil de su casa, enrutar las llamadas de servicio al cliente a los números de teléfono privados de los trabajadores o ejecutar aplicaciones complejas, todo mientras mantiene los datos fuera de la Internet pública. Citrix disfrutó de un aumento de 20% en las ventas a US$ 861 millones en el primer trimestre. En otro caso, los inversionistas podrían haber esperado un aumento de menos de 5%, según el analista de Bloomberg Intelligence Mandeep Singh.
El director ejecutivo de Citrix, David Henshall, dijo el jueves que espera que su compañía se siga beneficiando de la comprensión de los clientes de que sus negocios dependen de cientos y cientos de aplicaciones que deben ejecutarse en redes potentes si la mayoría de los empleados no están en la oficina.
Si bien advirtió que eso no significa que Citrix sea inmune a la recesión económica, será más difícil echar para atrás la tendencia del trabajo desde casa cuando la gente pueda volver a la oficina. Ahora que incluso las empresas que desconfían del trabajo remoto están construyendo la infraestructura necesaria, los empleados también podrían usarla.
El virus ha puesto de relieve una serie de defectos de trabajo desde el hogar. También está obligando a repararlos.