A fines del año pasado, España se sumó a la lista de países (Inglaterra o Francia) que ponen a prueba la jornada laboral de cuatro días. La medida ha hecho que el Ministerio de Industria ayude a las medianas y pequeñas empresas para que este piloto se vuelva realidad en la práctica.
La idea no nació en la península ibérica, sino en Inglaterra, donde 61 empresas se sumaron al estudio de la ONG 4 Day Week Global. Este fue realizado a 3 mil empleados que participaron entre junio y diciembre del 2022.
En los resultados del estudio se señaló que las empresas participantes registraron más ingresos y menos deserción de personal. Además, que los trabajadores tuvieron menos agotamiento, menos emociones negativas y más satisfacción de equilibrio. Sin embargo, los especialistas afirman que la data no es suficiente para cambiar una jornada laboral en un país.
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¿Jornada laboral de 4 días en Perú?
“Es como un sastre o vestido, no le va a quedar igual a todos”, señaló Tino Vargas Raschio, Managing Partner de Compliance Laboral. El especialista afirma que pocos sectores como el tecnológico o administrativo son los que podrían tener estos horarios, pero no funcionaría en el tipo industrial.
Por su lado, Javier Dolorier Torres, socio de Gálvez & Dolorier Abogados, es más tajante y afirma que esta medida no podría darse en el país porque desencadenaría una serie de problemas dentro de la economía peruana, la cual ya ha sido afectada por la pandemia y la guerra de Rusia y Ucrania.
“La jornada de 4 días a la semana supone dar más tiempo al trabajador para su familia o actividades estudiantiles, pero se habla desde el ejemplo de un país del primer mundo, donde existe cierto nivel de bienestar para todos los trabajadores”, comenta.
Mientras que en el Perú, el principal problema sería la informalidad laboral.
El 80% del país no tiene un trabajo en planilla y esta medida solo beneficiaría al 20% de la población, muy poco como para llevar a cabo una reforma constitucional.
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¿Una reforma constitucional?
Dolorier afirma que la Constitución del Perú tendría que cambiar para que se pueda colocar este tipo de jornada laboral. “La jornada laboral tendría que ser de 36 horas, porque si mantienes las 48, significa que el trabajador laboraría de lunes a jueves 12 horas diarias, que es el máximo que establece la carta magna”, afirma.
Ambos especialistas coinciden en que el Estado no debería imponer este tipo de horario, sino dejar que una empresa vea si le conviene y lo maneje dentro de su derecho de independencia.
“El trabajo flexible es una tendencia mundial, pero queda a criterio del empleador y del empleado. Cuando el Estado interviene en el mercado laboral genera distorsiones que al final afecta el empleo formal, se está viendo ahorita con el tema del teletrabajo”, añade Dolorier.
El experto indica que antes que saliera la ley, las empresas querían llevarlo a cabo, pero la sobre regulación hizo que prefirieran a los trabajadores en su centro laboral.
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Mypes serían las más afectadas
Vargas Reaschio sostiene que la medida no funcionaría en pequeñas y medianas empresas (mypes), pues perderían dinero al tener que contratar más personas.
“La mayoría de estas empresas no tienen flujo, trabajan con préstamos y sumarle el costo laboral de tener personal trabajando 4 de los 7 días de la semana, sería perjudicial. Esto va a generar dos impactos: van a contratar un turno más, o van a pagar más horas extras”, afirma Vargas.
Por lo que este tipo de horario no debería ser un tema impuesto y con incentivos del Estado. “Se debe dar desde el ejemplo y el Estado es el primero que incumple con una jornada laboral pues hay funcionarios que entran a las 9 de la mañana y salen 10 de la noche de su centro”, advirtió el especialista.
A esto se le suma que muchas mypes informales no van a querer ser formales, pues deben registrar trabajadores en planilla y estos no van a parecerles “eficientes” por sus pocas horas de trabajo.
“Yo no creo que un microempresario se sienta a gusto que su personal trabaje 4 días a las semana”, añadió Varga Raschio.