La desigualdad en el acceso al empleo y en el nivel de salario de las mujeres con respecto a los hombres ha empeorado en los últimos veinte años, pese a los esfuerzos internacionales por reducir la discriminación de género, de acuerdo a datos revelados hoy por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“La disparidad de género en el acceso al empleo y en las condiciones de trabajo son mayores de lo que pensábamos y los progresos que se han hecho son lentos y decepcionantes”, señaló hoy la entidad al difundir los primeros resultados de una nueva forma de medir estas desigualdades y que toma en cuenta factores relativos a la realidad de las mujeres que no se estaban considerando.
Las conclusiones ponen en evidencia una situación mucho más “desoladora” para las mujeres de lo que expresan las tasas de desempleo que se utilizan habitualmente.
Esto proyecta “un panorama mucho más sombrío de la situación de las mujeres en el mundo laboral que la tasa de desempleo, más comúnmente utilizada”, dijo la agencia de la ONU en un comunicado, a dos días del Día Internacional de la Mujer.
Según los nuevos datos, un 15% de mujeres en edad de trabajar quieren un empleo, comparado con un 10.5% en el caso de los hombres, lo que indica que esta brecha no se ha reducido en dos décadas.
“Los nuevos datos muestran que las mujeres siguen teniendo muchas más dificultades para encontrar trabajo que los hombres”, señaló el organismo. “Esta brecha de género se ha mantenido prácticamente invariable durante dos décadas”.
Esta realidad que no se refleja en las estadísticas de desempleo porque los criterios que se utilizan excluyen de forma exagerada a las mujeres.
La brecha es mucho más elevada cuanto más pobre es el país. En los países en desarrollo en general, casi el 25% de mujeres no pueden encontrar un empleo, frente al 16.6% de hombres, a lo que contribuye las mayores responsabilidades familiares que asumen las primeras, incluido el trabajo que supone el cuidado de niños y ancianos.
Estas actividades impiden que las mujeres busquen empleo de forma eficaz o que puedan estar disponibles rápidamente.
Las mujeres también son mayoritarias en los empleos considerados “vulnerables”, como por ejemplo los que realizan en sus propios hogares o cuando trabajan para algún familiar.
Esta situación sumada al menor acceso al empleo tiene una repercusión muy negativa en los ingresos de las mujeres a nivel global: por cada dólar que los hombres ganan, las mujeres ganan 0.51 céntimos.
Esta disparidad aumenta en los países de ingresos bajos (29 céntimos por cada dólar de un hombre) y de ingresos medios (33 céntimos), y aunque en los países de ingresos más altos la situación es algo mejor, dista mucho de ser ideal.
En estos últimos, las mujeres ganan entre 56 y 58 céntimos por cada dólar que ingresan los hombres.
“La brecha laboral es especialmente grave en los países en desarrollo, donde la proporción de mujeres que no pueden encontrar un empleo alcanza el 24.9% en los países de renta baja”, dijo el organismo.
El acceso al empleo no es el único problema. La OIT señaló que las mujeres tienden a estar sobrerrepresentadas en algunos trabajos vulnerables, incluyendo la ayuda en negocios familiares.
“Esta vulnerabilidad, unida a unas tasas de empleo más bajas, repercute en los ingresos de las mujeres”, dijo el organismo.
La OIT concluyó que “a nivel mundial, por cada dólar de ingresos laborales que ganan los hombres, las mujeres ganan sólo 51 céntimos”.
Con información de EFE y AFP