De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) la Ingeniería biomédica es una de las siete profesiones que serán más solicitadas en el futuro para la región latinoamericana.
En Estados Unidos la Ingeniería Biomédica se encuentra catalogada entre las carreras con los salarios más altos y de mayor proyección, dado que se estima un alto crecimiento del sector biomédico.
Sergio Salas, coordinador de la carrera de Ingeniería Biomédica de la UPC, señaló que el camino que el Perú ha empezado a recorrer a raíz de la pandemia irá presentando a los profesionales de esta carrera un panorama de oportunidades mucho mayor debido a su alta demanda y oferta aún muy reducida.
¿Cuál es la oferta laboral para estos profesionales en el mercado laboral y en qué sectores pueden trabajar? Algunas de las empresas donde se pueden desempeñar son:
- Clínicas y hospitales con áreas de gestión de tecnología médica o Ingeniería Clínica
- Empresas proveedoras de equipamiento médico y de servicios de mantenimiento e instalación
- Laboratorios biológicos y/o clínicos que necesitan analistas bioinformáticos para procesamiento de datos
- Empresas que fabrican y prueban equipos de rehabilitación física y prótesis de extremidades
- Laboratorios farmacológicos
- Centros de investigación en diseño de dispositivos médicos, tecnologías avanzadas como ingeniería de tejidos o biosensores y especialistas en procesamiento de señales e imágenes biomédicas
- Empresas que diseñan equipos para mejora del rendimiento deportivo
- Institutos o centros de investigación universitarios que elaboran proyectos de investigación y patentes en la línea de tecnología médica.
“En el mercado laboral, en el sector salud contamos con hospitales y clínicas, centros de rehabilitación y terapia física, laboratorios clínicos y empresas privadas que proveen equipamiento médico y servicios de gestión de mantenimientos, donde la demanda de ingenieros biomédicos enfocados al ámbito de la Ingeniería Clínica es alta; se requieren gestores tecnológicos capaces de gestionar los recursos de equipamiento hospitalario, así como el análisis financiero del rendimiento económico de cada tecnología”, explica Salas.
Mientras que el sector de empresas proveedora de tecnología médica, los ingenieros biomédicos más demandados son los especialistas en instrumentación biomédica, capaces de conocer al detalle las tecnologías en salud para brindar asesoramiento, capacitaciones, mantenimiento, instalaciones y ventas especializadas de estos equipos.
“Normalmente, estas empresas comercializan equipos de marcas mundialmente conocidas como por ejemplo Philips, Siemens, Dräger Medical o Nihon Kohden ofreciendo desde equipos muy sofisticados como los son la resonancia magnética, la tomografía axial computarizada, la densitometría ósea, los equipos de radioterapia oncológica hasta equipos de menor complejidad como ecógrafos portátiles, electrocardiógrafos, oxímetros de pulso, tensiómetros digitales, entre muchos otros”, resalta Salas.
Las oportunidades para estos profesionales también están en el mercado internacional. En países como Colombia, Costa Rica, México y los Estados Unidos la demanda de ingenieros biomédicos es muy alta y la carrera es considerada una de las que tiene la más alta proyección del mercado.
“En Colombia un ingeniero biomédico gana un promedio mensual muy similar al del ingeniero industrial. En el caso mexicano el salario del ingeniero biomédico es uno de los más altos superando en un promedio de 30% los sueldos de los ingenieros civiles e industriales, al inicio de su vida laboral. Sin embargo, si un ingeniero biomédico se especializa con estudios de maestría y doctorado tiende a incrementar aún más la brecha salarial con respecto a las demás especialidades”, precisa el coordinador de la carrera de Ingeniería Biomédica.
Pero no solo es el reconocimiento por los sueldos. En abril de este año la cámara de diputados del congreso mexicano aprobó una ley para integrar a los Ingenieros biomédicos dentro de la Ley General de Salud debido al reconocimiento que tiene esta especialidad para la mejora de los servicios de salud de este país y la importancia que tuvieron sus aportes durante la pandemia; como lo fue en la fabricación de respiradores artificiales que estuvieron muy escasos en países latinoamericanos.
Por el lado peruano, el gobierno viene promoviendo la investigación aplicada en el sector salud a través de concursos de investigación. Desde hace más de ocho años la gran mayoría de proyectos que se formulan para estos concursos requieren el diseño de nuevas tecnologías médicas, lo que genera una demanda de especialistas en el campo de la ingeniería biomédica, “ya que sin ellos es muy difícil diseñar proyectos en esta categoría”.
Diseño de softwares
Los ingenieros biomédicos pueden diseñar softwares para el análisis de imágenes médicas digitales que son usadas en el diagnóstico de pacientes como son las imágenes de resonancia magnética, tomografía axial computarizada, ultrasonido, entre otras.
Un software en esta línea podría extraer datos de la imagen que normalmente no se pueden obtener a simple vista y que podrían estar ocultando la presencia de un tumor o una infección en crecimiento.
También se diseña software para análisis de imágenes microscópicas, como puede ser el conteo o análisis morfológico de células; así como software para el análisis de señales biomédicas como electrocardiogramas o electroencefalogramas tan utilizados hoy día en las interfaces cerebro computadora.
“Las universidades top de nuestro país se han elaborado proyectos muy interesantes en áreas como la biotecnología, biomecánica, bioinformática, procesamiento de imágenes médicas y diseño de equipos médicos que han dado como resultado publicaciones científicas indexadas y patentes de invención. Sin embargo, todavía queda pendiente la brecha de poder llevar los resultados de estas investigaciones al mercado nacional, para que la población pueda beneficiarse del uso de estas tecnologías”, señala.
Cabe señalar que la UPC elaboró el año pasado el proyecto Phukuy, un espirómetro portátil de bajo costo capaz de medir el flujo espiratorio de un paciente con enfermedades pulmonares como la COVID y enviar dicha información a la Internet para que pueda ser evaluada diariamente por el médico tratante.
“Este un caso de una tecnología que funciona y debería ser utilizada por pacientes, dado que sería de mucha utilidad para el seguimiento de su recuperación post-COVID. Este tipo de proyectos tiene más posibilidades de éxito cuando una universidad cuenta con los especialistas en el campo de la ciencia de la salud y la ingeniería, trabajando de forma multidisciplinaria dando lugar a proyectos más innovadores y efectivos como es el caso de UPC”, resalta Salas.