Imagine que tiene una idea poco ortodoxa, una que desafía los supuestos dominantes en su organización e industria. ¿Cómo puede desarrollarla? Nuestra investigación sugiere que estos pensadores radicales prosperan en un entorno organizacional único al encontrar otro individuo con quien trabajar, operando en pares.
Por qué un socio es mejor que un equipo numeroso
Es menos desalentador revelar una idea a medias a una persona que a un grupo
Un momento clave en cualquier viaje de innovación es cuando, por primera vez, se atreve a compartir su idea a medias con otros. Cuando su idea es poco ortodoxa, es difícil presentarla a un grupo numeroso de personas, muchas de las cuales pueden pensar que su idea es una locura. Pero cuando su audiencia es solo una persona, es probable que esté más dispuesto a arriesgarse, y es más probable que esa persona preste más atención a su idea que un grupo numeroso.
Reformular la idea es más fácil de hacer con otra persona
Al comienzo de su viaje hacia la innovación, su idea no es más que una intuición a medias. Para evitar quedar atrapado en exploraciones poco prometedoras, necesita a alguien que lo desafíe, pero que lo apoye, alguien que le muestre lo que no funciona en su enfoque actual y lo guíe por caminos que tengan más potencial.
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Un socio, a menudo, puede manejar la ambigüedad que un equipo
Ser pionero en una idea poco convencional implica un proceso de innovación no lineal e impredecible, marcado por la incertidumbre y la ambigüedad. Navegar por este camino exige confianza y adaptación continua, lo que resulta más fácil en una relación de pares que en un equipo numeroso. Cuando uno pierde su fuerza creativa, hay alguien ahí para tomar el relevo.
Un socio puede ser más resiliente que un grupo numeroso
Cuando las personas abordan ideas radicales, es probable que enfrenten en el camino fracasos importantes y ansiedad. Necesitan ser resilientes para superar esos momentos. Cuando trabaja con un socio, es menos probable que dé un paso atrás y desista. Se sentirá más responsable y comprometido, no sólo con la idea, sino también con la otra persona. Los pares tienden a mantener el rumbo.
Cómo encontrar a su socio
Los socios tienen algo que los grupos numerosos difícilmente pueden ofrecer: una estrecha conexión profesional. Esta intimidad, donde las personas se sienten mutuamente unidas, seguras y comprendidas, rara vez se da en las organizaciones. Pero cuando ocurre, suele ser en el pequeño y protegido espacio que comparten los pares.
Por lo tanto, cuando emprenda un viaje para perseguir una idea poco ortodoxa, piense no solo en qué equipo necesita, sino también en quién dentro de ese equipo puede ser su socio.
¿Cómo puede encontrar a esa persona? Lo más probable es que sea alguien con habilidades complementarias. Sin embargo, las competencias y la forma de trabajar no son los únicos elementos clave. También preste atención a aquellas señales que sugieren que ambos pueden relacionarse entre sí, y que pueden conectar.
Una vez que lo encuentre y comiencen a trabajar juntos, nutran su relación.
Finalmente, tenga en cuenta que eventualmente necesitará al resto del equipo; necesitará sus habilidades y conocimientos después de que la idea innovadora haya superado el obstáculo, es decir, después de haber demostrado que tiene fundamento y que está lista para convertirse en un producto real.
Roberto Verganti y Paola Bellis
Harvard Business Review
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