Son cuatro los estudios que realiza el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) para reducir la presencia de cadmio en el cultivo de cacao peruano, principalmente en aquellas hectáreas ubicadas en la zona norte del país, como Piura y Tumbes, donde la presencia del metal tóxico es mayor debido a las características del suelo.
En tanto, se ha identificado que en las regiones de Amazonas, San Martín, Huánuco, Selva central y Cusco, el gran porcentaje de áreas cacaoteras tienen bajas concentraciones de cadmio “por lo que no hay riesgo de que perjudique la industria del cacao”, detalló Juan Carlos Guerrero, director general de la Dirección Recursos Genéticos y Biotecnología del INIA, durante su presentación en la Comisión de Comercio Exterior del Congreso de la República.
En el 2019, la Unión Europea puso límites a la presencia del cadmio en los derivados del cacao, como chocolates y polvo de cacao -si el contenido de cacao está entre 50 % y 70 %, el límite máximo es de 0.6 ppm de cadmio, para un contenido mayor al 70 %, el tope es de 0.8 ppm de cadmio-. Aunque el Perú no exporta derivados, los importadores europeos han sido más exigentes respecto a la presencia del metal en el cacao grano producido en el país.
De acuerdo a la Coordinadora Latinoamericana y del Caribe de Pequeños(as) Productores(as) y Trabajadores(as) de Comercio Justo (CLAC), en el 2019 la Cooperativa Norandino, unas de las principales productoras del grano, redujo en 50% sus envíos de cacao. Las cifras compartidas por el INIA también indican que entre el 2018 y 2021 el volumen exportado se ha reducido.
Si en el 2018 se exportaron más de 61,000 toneladas por US$ 158 millones, en el 2019 se enviaron solamente 59,000 toneladas (US$ 153 millones); en 2020 con 53,400 toneladas y entre enero y agosto del 2021, se contabilizaron 30,500 toneladas.
Los estudios
Durante su explicación, Guerrero detalló que el INIA a logrado avances en diversos estudios para reducir la presencia de cadmio en las plantaciones de cacao. El trabajo ha sido desarrollado de la mano con universidades públicas así como organizaciones, entre ellas, Bioversity.
Así, tras 24 meses de estudio, en el 2021 y de forma preliminar, se logró comprobar en una parcela piloto en Piura, que siete kilogramos de biocarbón en plantaciones de cacao en combinación con fertilizantes, ayudó a reducir el cadmio en los granos.
Una segunda alternativa es tener patrones de cacao que transporten menos cadmio en la parte aérea. “El patrón es elegido por ser mas resistente a enfermedades y plagas. En Piura se han clasificado cuatro genotipos de cacao con los que está haciendo la prueba. El objetivo es hallar un patrón que tenga la característica de baja absorción del cadmio en zona aérea. Este año se llevará a cabo la primera cosecha”, indicó.
El tercer estudio está relacionado al estudio de genotipos en los tres bancos de germoplasma de cacao que tiene el INIA, con la finalidad de encontrar marcadores moleculares asociados a características de menos transporte de cadmio. “Estamos próximos a tener un resultado”, anotó.
Además, junto con la Universidad Nacional de San Martín se tiene previsto para este año identificar al menos el primer clon de cacao con menos transporte de cadmio.
Diversificar mercados
Por su parte, el viceministro de Comercio Exterior y Turismo, Diego Llosa, señaló -también ante la Comisión de Comercio Exterior del Congreso- que tras las restricciones de la Unión Europea, se apunta a seguir diversificando el mercado del cacao peruano, principalmente a Malasia, Indonesia, Corea del Sur, Canadá, Japón, Singapur e incluso Rusia. Para ello, se están realizando estudios de mercados, cartillas de información y talleres sobre las oportunidades de dichos mercados.