El que los peruanos sean informales se explica principalmente por temas relacionados a los incentivos, en específico la falta de beneficios que estos encuentran en una posición formal y lo complejo que es realizar los trámites para la formalización.
Esto es explicado por el profesor de Pacífico Business School, Jorge Carrillo Acosta, y el economista Carlos Parodi.
No se identifican beneficios de la formalización
Muchos de los trabajadores informales, mencionó Carillo, analizan su situación y la ubican como idónea respecto a la formal; sin embargo, esto no siempre refleja la realidad pues, entre otras razones, puede afectar su productividad o restringir su mercado.
“Hay empresas que necesitan de una factura para poder concretar la compra. En situaciones de informalidad el trato con empresas sería restringido”, señaló.
En el mismo sentido, Parodi, indicó que los trabajadores informales en muchas ocasiones no contemplan los beneficios de ser formal, como el de acceder a créditos. Siendo este el caso, es clave dirigir esfuerzos a difundir los beneficios en cuestión.
“Un plan a tomar en cuenta sería el de exonerar o cobrar bajos impuestos los tres primeros años. Así, los recién incorporados al sector formal podrían enterarse de los beneficios del mismo”, recomendó.
Carillo, por su parte, mencionó que brindar capacitaciones respecto a cómo hacer más productivo un negocio en el marco formal, cultura financiera, organización, e informar sobre beneficios relacionados a la formalización, sería una estrategia a contemplar.
Altos costos de la formalización
En cuanto al segundo punto, señaló que lo dilatado y complicado que se presenta el proceso para formalizar un negocio es un desincentivo generalizado. Por ello, se debería apostar por la simplificación de los trámites y que sea, en lo posible, un solo canal de atención para los mismos.
“No puede ser que vayas a múltiples instituciones para un único fin. Tiene que haber un solo canal de formalización, se debe apuntar que estos procesos no demanden gran inversión de tiempo, que nos tome medio día”, consideró.
Parodi, por su parte, opinó que los costos de formalizarse, en específico los relacionados a la legislación laboral, representan un desincentivo a formar parte del sector en cuestión.
Largo plazo
Carrillo indicó que también deben haber esfuerzos de largo plazo, teniendo como eje la educación financiera. Esta incentivaría a las personas a tener más relación con temas de planificación, uso de recursos, y contacto con productos financieros y sus beneficios, los cuales implican procesos formales.
“La educación financiera es fundamental. El plan nacional de educación financiera tiene que mejorar y ampliarse. Hay esfuerzos aislados por fomentar este rubro educativo; sin embargo, debe existir una participación conjunta de colegios, universidades y municipios, entre otros. Todo esto en un marco promovido por el Estado”, señaló.
La baja educación financiera, mencionó Parodi, evita que las personas, por ejemplo, sepan de los beneficios del crédito formal, por lo que siguen recurriendo al informal. “Los países que más progresan son lo que tienen mayor acceso a crédito e inclusión financiera”, agregó.
Informalidad y COVID-19
La informalidad, manifestó Carrillo, ha tenido aún más notoriedad en medio del contexto de pandemia. Muchos de los trabajadores informales, con necesidades de liquidez, no han podido gozar de beneficios otorgados a través de créditos o subsidios del Estado.
“Al no estar formalizados es complicado ubicarlos y, por ende, el que estos reciban ayuda a través de los programas del estado lo es también. Este grupo fue golpeado por la cuarentena”, señaló.
En el mismo sentido, Parodi mencionó que la condición informal ha evitado que muchas personas estén registradas en las bases de datos correspondientes para poder recibir el apoyo del Estado.
Asimismo, muchos trabajadores no han podido respetar la cuarentena de manera idónea pues han tenido que salir a trabajar, dada su condición. En suma, al no tener un acceso al crédito formal, han estado expuestos a las altas tasas que cobran los informales.