MEF ya no tendrá topes de gasto.
MEF ya no tendrá topes de gasto.

En las últimas semanas la ministra de Economía y Finanzas, María Antonieta Alva, así como distintos economistas y entidades económicas nacionales y extranjeras, tienen una afirmación en común sobre la capacidad del Perú para hacer frente al impacto del Coronavirus (COVID-19): existe suficiente fortaleza fiscal.

Esta fortaleza fiscal se logró gracias a la disciplina de los distintos Gobiernos en el manejo de las cuentas públicas. Una de las razones para esto, fue que se cumplieron con las reglas fiscales que tiene el país, que fija límites de déficit fiscal, deuda pública y gasto corriente.

Hoy, en medio de la crisis sanitaria, esas reglas se han suspendido. El domingo, el Gobierno publicó el Decreto Legislativo 1457 que suspendió temporal y excepcionalmente las reglas fiscales del país para los años 2020 y 2021.

Esto quiere decir que durante lo que queda de este año y el próximo, el Gobierno podrá gastar sin restricciones para hacerle frente al COVID-19 en el país y reactivar la economía.

" Al quedar las reglas en suspenso, como país no voy a tener que regirme por los límites, voy a tener más carta abierta para decidir en lo fiscal, sin preocuparme de los límites. Hoy no tengo esa restricción", explicó el economista de la Universidad del Pacífico, Marcel Ramírez.

Qué son las reglas fiscales

Las reglas fiscales existen en los países para las autoridades que toman decisiones sobre todo de gasto, no vayan en contra de la sostenibilidad financiera de las naciones. “Es una mirada de equilibrio fiscal de largo plazo, es decir entre déficit, gasto y deuda”, dice Ramírez.

Quiere decir que una regla fiscal pone tope al gasto. En el Perú lo ideal que el déficit fiscal, que es cuando los gastos superan a los ingresos, no sean mayor al 1% del producto bruto interno (PBI).

A finales del 2019, el Gobierno modificó la trayectoria del déficit fiscal y cambió sus techos. Así el déficit fiscal para el 2020 se mantenía en 2% del PBI, mientras que la del año 2021 sería de 1.8% del PBI; el 2022 de 1.6%; el 2023 de 1.3%; y, para el 2024 se llegaría a 1% del PBI. Hoy todo está suspendido.

Previamente, cuando sucedió el fenómeno El Niño costero en el 2017 y se requería de recursos para financiar la reconstrucción con cambios, ya se había cambiado la trayectoria fiscal y la intención era que el 1% de déficit se logre en el 2021. Cosa que se hizo imposible.

Otra de las reglas es que la deuda pública no puede superar el 30% del PBI. Actualmente se encuentra en torno al 27%, aunque el consenso de los economistas y entidades privadas es que este límite se superará con las medidas para mitigar la crisis.

No es un cheque en blanco

El economista de Macroconsult, Eduardo Jiménez, explicó que la decisión de suspender las reglas fiscales es oportuna dentro del contexto que vive el país actualmente, en que el gasto se ha incrementado con la mitigación del crisis y hay una drástica reducción de los ingresos. Así, proyecta que el déficit este año podría llegar al 10% del PBI.

Sin embargo, precisó que el hecho de que no exista la restricción de cumplir con las reglas fiscales, no significa que el Gobierno tenga un cheque en blanco para gastar, porque la Contraloría estará pendiente de las acciones que se tomen con los recursos públicos.

Por su parte, Marcel Ramírez, considera que en todas las decisiones de gasto que se tomen debe estar de por medio la sostenibilidad de las cuentas públicas. Más aún si se considera que el próximo año asumirá un nuevo Gobierno y se debe dejar las cuentas en orden.

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