El Fondo Monetario Internacional (FMI) se manifestó a favor de que en el Perú se inicie el cobro de IGV a las plataformas digitales como Netflix, Amazon, Disney+, entre otros.
Sin embargo, en el informe realizado a pedido del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), sostiene que la propuesta sobre la forma de cobro planteada por la Sunat tendría limitaciones.
Esto porque si bien el esquema plantea que los proveedores tengan un registro en la Sunat, hay unas 40 plataformas que operan en el país desde el extranjero, los cuales si no se registra el pago del IGV se hará mediante una retención del impuesto a través de sus intermediarios en el Perú.
“Un problema común que enfrentan los regímenes que gravan los servicios digitales es la variedad de modelos comerciales de proveedores. El servicio sujeto al gravamen varía según el tipo de modelo de negocio y no es siempre evidente cuál es el servicio que exactamente debería estar sujeto al IGV”, refiere.
Incluir bienes
Pero el FMI va más allá de los servicios digitales y considera que también debe incluirse en la propuesta el cobro de impuesto a la importación de bienes menores a US$ 200 que actualmente están exonerados de IGV y aranceles.
“Si bien la exención se origina en la simplificación del trámite aduanero, la evasión del IGV por esta vía puede ser hoy significativa”, refiere.
Por ello considera que eliminar esta exoneración y exigir que la plataforma digital retenga y remita el impuesto puede ser una oportunidad ideal para disminuir la informalidad sin aumentar costos de administración aduanera.
Por ello, recomienda reexaminar la interpretación del tratado de libre comercio (TLC) con Estados Unidos, que ampara la exoneración del IGV a las importaciones de mercancías “express delivery” con un valor máximo de US$ 200 por envío.
Ganancias de capital
El FMI también se mostró a favor de elevar la tasa de impuesto a las ganancias de capital, que actualmente es de 5%. Señala que la perspectiva del diseño de un régimen fiscal más equitativo y marginalmente más recaudatorio, podría justificar la intención del Gobierno para aumentar y uniformar la tasa aplicable a los ingresos y ganancias de capital al 10% como máximo.
Hay otros aspectos de neutralidad del régimen que pueden mejorarse, referidos a los arrendamientos, enajenación de inmuebles y de acciones, dividendos e intereses bancarios.