La moneda en Perú ha pasado por distintas denominaciones y valorizaciones con el pasar de los años y gobiernos que han habido en el país. Sin embargo, su finalidad principal que es la de servir como un medio de comercialización se ha mantenido a casi 2 siglos de independencia.
La moneda apareció por primera vez en el Perú con la llegada de los españoles en el siglo XVI, traída por los conquistadores, según Carlos Contreras, historiador económico.
En 1565 se fundó la Casa de Moneda de Lima, la primera que apareció en el país y la cual comenzó a producir las primeras monedas peruanas en 1568.
Tras la declaración de la independencia de Perú en 1821, la Casa de Moneda de Lima pasó a ser la Casa Nacional de Moneda, según el libro “Historia de la moneda en el Perú”, promovido por el Banco Central de Reserva (BCR) y el Instituto de Estudios Peruanos (IEP).
En los tiempos de la Colonia, la unidad monetaria era el “Real”. En aquella época existían monedas de 2 Reales (llamados Doses), de 4 Reales (también llamados Cuatros) y 8 Reales (referidos como Peso), según señala Contreras en declaraciones a la agencia Andina. Después de la independencia se continuó con la denominación de ‘Peso’, y ya no se debía utilizar lo de ‘Real’.
Casi 40 años después de la independencia, nació la denominación monetaria “Sol” en 1863. Dicho nombre estuvo vigente hasta 1897 en que se adoptó la “Libra” peruana, que en la actualidad sería equivalente a S/ 10.
Más tarde, en 1931, el país optaría nuevamente por la denominación de “Sol”, aunque el nombre oficial era “Sol de Oro”. Irónicamente, el material con que este era producido era el bronce.
No fue hasta la década de 1920 que comenzaron a usarse los primeros billetes, los cuales aparecieron con la denominación de “Libra”. Había billetes de ½ Libra, 1 Libra, 5 Libras y hasta 10 Libras, todos emitidos por el BCR, según el historiador.
Los billetes actuales son impresos en el extranjero por razones de seguridad, mientras que las monedas sí son acuñadas por la Casa de la Moneda, por encargo del BCR
El “Sol de Oro” desapareció en 1985 para dar paso al “Inti”, como consecuencia de la gran devaluación en los años 70 y principios de los 80. El fenómeno se repetiría y el “Inti” tendría solo una duración de 6 años. El “Nuevo Sol” sería la moneda que regiría a partir del 1991 y, desde diciembre de 2015, pasaría a nominarse solo como “Sol”.