El fabricante de autos eléctricos Tesla, que debe publicar el martes por la tarde sus resultados trimestrales, atraviesa un período difícil de competencia en aumento y menor demanda, lo que despierta interrogantes entre los inversores sobre su estrategia futura.
Desde abril, el grupo estadounidense ocupa un lugar preponderante en la actualidad del sector.
Entre otros anuncios recientes, informó del despido de 10% de sus empleados -unas 14,000 personas-, entregas y producción por debajo de lo esperado en el primer trimestre, reducciones de precios, presentación de un robotaxi, llamados a revisión de su CyberTruck, y el potencial abandono de un proyecto de vehículo de bajo costo.
El mercado se siente desorientado por las decisiones y la acción de la empresa está en caída.
La capitalización bursátil del grupo propiedad del magnate Elon Musk cayó 40% desde inicios de año, a unos US$ 468,200 millones al cierre del lunes. El martes ganaba 2.33% a las 16H00 GMT.
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“Todo el mundo espera lo que Elon Musk tiene para decir” sobre la estrategia de Tesla, sus nuevos productos o sobre la situación del mercado de vehículos eléctricos en China, explicó a la AFP Stephanie Valdez Streaty, directora de Industry Insight en Cox Automotive.
“Tesla tuvo un éxito increíble acelerando la adopción del vehículo eléctrico. Fueron cruciales para crear esta dinámica”, pero igualmente “deben decirnos cuál es su plan”, añadió.
¿Tesla es “una automotriz, un grupo tecnológico, un grupo de inteligencia artificial”?, se preguntó Valdez Streaty.
Para tener respuestas, espera la audioconferencia con la dirección tras el anuncio de resultados del primer trimestre de este año al cierre de Wall Street.
El jefe de Tesla deberá dar un “mensaje claro” sobre la estrategia del grupo. “Es crucial”, sostuvo Valdez.
“Transición mundial”
“Tesla existe para acelerar la transición mundial hacia una energía sostenible”, escribió el millonario en X, su propia red social, el lunes.
“Feliz día de la Tierra”, añadió, tras recordar el décimo aniversario de la primera entrega de un Tesla Model S en China.
El mercado chino le genera ahora algunos problemas, al surgir en los últimos meses muchos competidores locales que también buscan internacionalizarse.
El chino BYD le birló a Tesla el título de mayor vendedor mundial de autos eléctricos a fines del año pasado.
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Pero Tesla se mantiene al tope de este nuevo mundo automotor: el Tesla Model Y fue el auto más vendido globalmente en 2023.
Es la primera vez que un vehículo eléctrico logra este hito. Y lo consiguió en un mercado menos dinámico de lo esperado, al menos en Estados Unidos.
Entre enero y marzo, el fabricante entregó menos vehículos que un año antes en igual período, y sobre todo menos de lo esperado por los analistas. La producción también decepcionó con una caída de 8.5%.
La empresa explica estos datos por el lanzamiento de la nueva versión del Model 3 en su usina de Fremont (California), por un sabotaje en su única fábrica en Alemania que le obligó a suspender actividades por varios días, y por preocupaciones sobre el suministro ligadas a los problemas en el mar Rojo con los rebeldes hutíes de Yemen.
Pero los analistas de JPMorgan no le dan más que “poco crédito” a estas justificaciones, y destacan que los stocks de Tesla nunca fueron tan abultados.
“Revivir la demanda”
Los recortes de precios anunciados este fin de semana en Europa, Estados Unidos y China “apuntan a revivir la demanda y revelan que la debilidad” del mercado no finalizó aún, consideraron los analistas de Bank of America el lunes.
Estas bajas de precios deberían afectar los márgenes de ganancias del grupo. Tesla ya procedió a varios recortes de precios en Estados Unidos en 2023 para abaratar sus productos en un contexto de inflación elevada y aumento de las tasas de interés.
Según el especialista Factset, el precio promedio de los modelos de Tesla fue de US$ 42,110 en el primer trimestre, por ende, antes de las rebajas del fin de semana. Un año atrás era de US$ 46,000.
Para los analistas, Tesla podría encontrar un respiro con un vehículo de bajo costo bautizado “Model 2″, en un precio de unos US$ 25,000, pero su futuro es incierto.
A inicios de abril, versiones de prensa señalaron que Tesla había renunciado a esa idea, aunque Musk pareció desmentirlo aunque sin demasiada vehemencia.
El precio “es uno de los obstáculos más importantes. El sector necesita más productos de menos de 30,000 dólares”, destacó Valdez Streaty.
Musk está completamente decidido en cambio a producir su robotaxi, un vehículo 100% autónomo que será presentado a inicios de agosto, aunque no pisará las rutas hasta dentro de varios años.
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