Un tribunal federal sentenció a FCA US, la división de Stellantis en Estados Unidos, a pagar casi US$ 300 millones por manipular de forma fraudulenta las emisiones de los motores diésel en vehículos producidos entre el 2014 y 2016.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos explicó en un comunicado que FCA US pagará una multa de US$ 96.1 millones. También se le confiscarán a la compañía US$ 203.5 millones y estará bajo un periodo de prueba de tres años.
En junio pasado, FCA US y el Departamento de Justicia llegaron a un acuerdo por el que el fabricante de automóviles se declaró culpable del fraude que se produjo cuando la compañía matriz de FCA US se llamaba Fiat Chrysler (FCA).
FCA y el grupo francés PSA se fusionaron el año pasado para crear Stellantis.
Según los términos de la sentencia, FCA US conspiró para defraudar a las autoridades estadounidenses y a sus clientes, al ocultar las emisiones reales de sus motores EcoDiesel de tres litros en 104,000 vehículos de los modelos Jeep Grand Cherokee y Ram 1500.
Tres empleados de la compañía - Emanuele Palma, Sergio Pasini y Gianluca Sabbioni- fueron imputados por conspirar para defraudar al Gobierno estadounidense, entre otros cargos, y están a la espera de que se celebre su juicio.
De forma similar al “dieselgate”, el engaño perpetrado por Volkswagen (VW) con sus motores diésel, FCA US instaló un software que enmascaraba las emisiones y consumo de los motores cuando eran sometidos a pruebas oficiales.
En el 2015 VW reconoció que utilizó software para trucar las emisiones reales de sus motores diésel en Estados Unidos y fue obligada a pagar miles de millones de dólares en concepto de multas e indemnizaciones.
Además, varios directivos de VW fueron encarcelados y otros tuvieron que dimitir tras revelarse el fraude.
El software instalado por FCA US permitió a la compañía publicitar sus vehículos como los más limpios y más eficientes cuando en realidad no cumplían con la normativa estadounidense.
El fiscal general adjunto de la División Criminal del Departamento de Justicia, Kenneth Polite, declaró que la sentencia “muestra que las compañías involucradas en engañar a los reguladores de Estados Unidos, o a sus propios consumidores, serán responsabilizadas”.
El acuerdo al que llegaron la compañía y el Departamento de Justicia, establece que FCA US se compromete a seguir cooperando con investigaciones futuras sobre el fraude de los motores diésel.
FCA US también establecerá un programa de ética para prevenir y detectar conductas fraudulentas en la compañía.