El ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro, afirmó que tienen como meta entregar certificaciones ambientales a 32 proyectos mineros en un plazo máximo de un año. Recientemente, dicha cartera dio luz verde a Tantahuatay (Cajamarca), proyectos de Minsur y de modificación en Las Bambas (Apurímac). ¿Qué otras inversiones recibirán aprobación?
Si bien el funcionario no dio detalles específicos de los proyectos que serán aprobados próximamente con el sinceramiento de las normas aplicables, adelantó que se trata de iniciativas de Southern Copper, Minsur y Minerals and Metals Group (MMG).
“Tenemos otros proyectos en cartera que esperamos que para julio o agosto se estén aprobando. Como una nueva modificación del proyecto Las Bambas (operada por MMG) también, tenemos proyectos de la empresa Southern y de Minsur también”, comentó.
A partir de cambios en la normativa vigente y en los criterios de evaluación, esperó que los procesos de permisos sean más acotados para que cada evaluador no haga una “filosofía”, sino que se ciña a los términos de referencia y que las iniciativas se vayan aprobando.
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Reducción de la “tramitología”
Castro consideró que el tiempo óptimo esperado para la aprobación de proyectos sería ocho meses. Como máximo, señaló que estos procesos se podrían extender a un año. De esa manera, destacó que el Perú estaría en nivel competitivo similar a Chile, que aprueba proyectos en seis meses; o como Colombia, que lo hace en menos de un año.
El titular del Minam recalcó que hay la expectativa de que 32 proyectos mineros, valorizados en US$18,000 millones, empiecen a obtener luz verde a partir de julio o agosto con el sinceramiento normativo.
“Sí, sería este año (las aprobaciones de proyectos mineros en ocho meses). La meta que nos hemos puesto como Ministerio del Ambiente es que en el anuncio de la señora presidenta del 28 de julio se expongan todas las normas para la reducción de la tramitología o sinceramiento de la tramitología y, a partir de ahí, todos los proyectos empiecen a aprobarse dentro de los plazos respectivos”, declaró al programa Diálogos Mineros, del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
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El problema de los trámites y la solución
Consultado por los motivos de la demora en la aprobación de proyectos, Castro explicó que las iniciativas que llegan al Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace) pasan por opinantes.
“Pasan por la evaluación de la ANA, Sernarp, Serfor, Ministerio de Cultura y gobiernos regionales. Este paso en el que se emiten opiniones es donde tenemos el problema de dilatación de plazos por criterios discrecionales, por falta de herramientas para la evaluación y por términos de referencia muy generales. Todo eso se suma y hace que un proyecto tenga tres o cuatro años en espera”, reconoció el ministro.
Ante esta situación, la solución que planteó el Minam es el sinceramiento de la tramitología. Castro recordó que, en 2021, se aprobó una ley sobre el sistema de impacto ambiental, que establece los plazos que debe tomar el sector para aprobar o desaprobar un estudio ambiental.
“El plazo más largo que tenemos es de 120 días hábiles, es decir, siete u ocho meses, ese es el plazo que pone la ley. Hoy en día estamos aprobando o desaprobando en cuatro años. Lo que ha pasado es que se han creado pasos burocráticos, cuyos motivos son diversos, temores, desconocimiento, alta rotación de funcionarios, rotación de equipos técnicos, que ha hecho que esto se demore”, detalló.
Bajo esa premisa, manifestó que, con la reciente publicación del Decreto Supremo 004-2024 MINAM de este año, se establece que la admisibilidad debe hacerse en cinco días; la evaluación debe realizarse en simultáneo y no esperar a que un opinante tenga su informe para que recién comenzar otro a evaluar.
Asimismo, destacó que, con la prepublicación de Resolución Ministerial 126-2024-MINAM en abril de este año, se realizará la modificación de los términos de referencia que cada sector debe mirar y actualizarlos y llevarlos al nivel de exigencia que tienen los opinantes.
“Eso es importante porque si tenemos términos muy generales, los estudios que se presentan son generales y cuando van a una evaluación, hay un alto análisis en la evaluación que hace que esa información no sea necesaria para la evaluación, entonces se observan y se devuelven. Los tiempos de referencia son allí claves para darles predictibilidad a los titulares del proyecto”, finalizó.