Transactional Track Record (TTR), plataforma de inteligencia empresarial especializada en datos del mercado transaccional dio a conocer la tercera edición del Informe Especial, Transactional Impact Monitor: Región Andina, con un análisis del mercado local.
Perú, al igual que otras partes del mundo, arrancó un estado de emergencia el 16 de marzo, que se extiende hasta el 30 de junio. Si vemos el impacto en cuanto al volumen de transacciones, al 11 de junio, el reporte de TTR, indica que Perú ha registrado una caída del 63%, mientras que en valor la reducción fue de 76%, en comparación con el mismo período de 2019.
Son las ofertas de internet y comercio electrónico las que lideran el volumen de fusiones y adquisiciones, con cinco acuerdos en el sector que representan un aumento del 67% con respecto al mismo período del año anterior.
Pese a ello, esa cifra no logra compensar la caída del 50% en las transacciones de servicios financieros, la disminución del 57% en las transacciones minoristas, y la caída del 50% en las fusiones y adquisiciones de transporte y logística.
Las fusiones y adquisiciones entrantes originarias de los Estados Unidos –uno de los países más activos en cuanto a operaciones en el país– han caído un 50%.
Expectativa
¿Qué se espera en los próximos meses? Para Eduardo Campos, socio de Apoyo Consultoría, la firma estaba trabajando en cerca de 12 acuerdos de diversos tamaños en sectores, que van desde consumo, industria de servicios, salud, hasta banca y agricultura, y en el que sólo una de estas operaciones era internacional y el resto dentro de Perú.
“Las transacciones que involucran fondos de inversión continúan avanzando. Mientras que varias otras están congeladas. Los procesos están tardando más de lo normal, con un grado adicional de complejidad, pero es justo lo que tenemos que lidiar bajo las circunstancias", dijo.
En el caso de las transacciones que involucran empresas familiares, en las que los accionistas habían tomado la decisión de vender, se han puesto en espera, mientras que otros clientes mantienen la posibilidad de reiniciar el proceso en 2021.
“Los acuerdos liderados por inversores con sede en la Unión Europea y Asia se desactivaron inicialmente, pero están empezando a ponerse en marcha de nuevo desde el segundo trimestre, mientras que otros se retrasarán hasta 2021″, añadió Campos.
Para el experto, las operaciones de reestructuración también conducirán a futuras fusiones y adquisiciones, no necesariamente con dificultades económicas, pero sí con desinversiones no básicas u operaciones que hagan parte de la recuperación que, por cierto, será muy lenta.
“Las fusiones también aumentarán a medida que el polvo se asiente y las empresas busquen maneras de fortalecer sus balances y aumentar su resiliencia; estas transacciones probablemente comenzarán con un intercambio de acciones antes de una transferencia de efectivo en una fase posterior”, agregó.
Como se maneja la crisis
La mirada de Campos también se posa sobre el manejo de la crisis, derivada del COVID-19, que ha generado el cierre de negocios, y enfrentando éstas muchos desafíos, dado el nivel de burocracia y el ritmo lento que se lleva, lo que aumentará el impacto económico.
“Hay muy buenas intenciones, pero la burocracia y la mala gestión no ayudan. El gobierno peruano ha establecido un plan de reapertura de cuatro etapas, con cada fase que dura un mes. Las empresas tendrán que demostrar que cumplen con protocolos de salud para ser certificadas para reabrir. Por otra parte, si bien hay personas que pueden trabajar desde casa, la fuerza laboral informal, que representa una parte importante de la economía, no tiene ese lujo y necesita salir. Necesitamos proteger el sistema de salud del colapso, pero la economía y la moneda están sufriendo mucho", afirmó.
Para Campos, el impacto en el PBI se estima en una disminución de entre el 12% y el 20% este año.
Asimismo, indicó que son las pymes las que están siendo más impactadas y seguirán luchando en el contexto de una reapertura lenta con una demanda de los consumidores disminuida. “El poder de gasto se ha evaporado a medida que las personas han perdido sus ingresos, especialmente las de bajos ingresos, lo que paralizará la recuperación”, anotó.