A fines de enero último, Colbún inició la operación de una planta de hidrógeno verde en la central termoeléctrica de su filial peruana Fenix (Chilca) y, días después, Anglo American reveló que había concluido los estudios de un proyecto de ese tipo en Perú. En el impulso a la denominada “energía del futuro”, Repsol ahora negocia con algunas empresas para impulsar la expansión de la misma.
Luis Vásquez, director de Comunicaciones y Relaciones Institucionales en Repsol, señaló que esta compañía suministra combustible a grandes mineras de cobre como Antamina, Chinalco y Las Bambas. Con esas firmas, indicó que han empezado a hablar y coordinar la implementación del hidrógeno verde para sumarse a la descarbonización.
Para dicho despliegue, consideró importante realizar un trabajo en conjunto entre los clientes finales y los fabricantes de maquinaria, así como aprender de experiencias pasadas y cómo se han movido los clústeres energéticos en otros países.
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“Es todo un conjunto de conocimientos que tiene que estar interrelacionado”, comentó el ejecutivo, durante el desarrollo del Jueves Minero, organizada por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
Si bien afirmó que el hidrógeno será una pieza clave en la descarbonización, observó que la misma no se logrará con una sola tecnología energética, sino con un portafolio de energías. Así, estimó que entrarán a tallar también combustibles sintéticos, energía nuclear y combustibles renovables a base de desechos (como aceite usado).
“Estamos convencidos de que va a haber un portafolio y el hidrógeno va a ser una pieza fundamental. Y hay que apuntar al hidrógeno de bajas emisiones”, afirmó.
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El hidrógeno azul en La Pampilla
De otro lado, Vásquez refirió que Repsol ha apostado por la producción de “hidrógeno azul” en su refinería La Pampilla (Callao). Dicha variedad de energía se genera a partir de gas natural y produce cierta cantidad de CO2 con la captura del mismo para su reutilización.
“El volumen de CO2 que capturamos en el año es equivalente al CO2 que 25,000 autos medianos producen en el año. Es una cantidad importante de CO2 que logramos capturar”, precisó.
Frente a la transición energética para descarbonizar las actividades económicas, consideró que el Perú debe colaborar con este objetivo final. Sin embargo, opinó que tampoco debe descuidar dos objetivos adicionales: la garantía de proveer energía de forma continua y entregar energía accesible para el público.
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