Los productores de uva del sur de Perú, especialmente de Ica, se enfrentan a un año inusualmente frío y no contemplado en sus previsiones. Dichas condiciones climáticas han causado problemas a casi todas las variedades, siendo Allison la más afectada debido a su sensibilidad a las bajas temperaturas en su etapa de crecimiento.
Otra especie también perjudicada es Sweet Globe, la más plantada en el país.
Elzabeth Miranda, gerente comercial de Agrobusiness International Peru y asesora de Vivero Los Viñedos, explicó que dicha situación originó el corrimiento (descenso repentino de la cantidad de bayas jóvenes) en la fruta en casi todas las variedades.
“Las podas que fueron realizadas a fines de mayo y que están cogiendo temperaturas de seis grados, están teniendo problemas en el campo. Se recomienda aumentar la dosis de citoquinina en yema verde, floración siempre acompañada de algas o aminoácidos, o, a modo más preventivo, el uso de brasinoesteroides en mezcla con la cianamida”, anotó.
Además, recordó que el 2023 se luchaba por el exceso de radiación y temperatura; sin embargo, ahora se enfrentan a un estrés abiótico por frío, que también repercutirá en el calibre (en la campaña que inicia este segundo semestre) si las temperaturas siguen bajando aún más, tal como sucede con el arándano en podas tardías en el norte.
“No se trata de asegurar tus cincuenta racimos por planta. También se debe mantener esos cincuenta racimos con un adecuado desarrollo porque el desafío para esta temporada es hacer que esas bayas crezcan en condiciones frías”, comentó a Agraria.pe.
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La campaña exportadora en 2023 y 2024
En la campaña exportadora de uva 2023 - 2024, Perú exportó un total de 516,185 toneladas por un valor de US$1,554 millones, representando un 13% menos en volumen pero un 6% más en valor en comparación con la temporada 2022 -2023, a un precio de US$3.01 por kilogramo.
Por regiones, el rendimiento mostró ciertos contrastes. En el norte, particularmente en Piura y La Libertad, que representan cerca del 36% de los envíos totales, la producción fue severamente afectada por las altas temperaturas, registrando una disminución de aproximadamente 30% en comparación con la campaña anterior.
Por otro lado, en las zonas central y sur del país, como Lima e Ica, que contribuyen con más del 55% de las exportaciones, se observó un panorama más positivo, con un ligero aumento en el volumen (+6%). Dicho desempeño generó una brecha más amplia entre la oferta del norte y del sur en esta temporada, en comparación con la anterior, cuando las cifras eran más equilibradas.
Dicha campaña inició en agosto del año anterior, adelantándose un mes en comparación con temporadas anteriores debido a la cosecha temprana del producto. El adelanto provocó que los envíos al inicio de la temporada superaran significativamente los de la campaña previa, generando una expectativa de aumento que resultó ser engañosa.
La prevista escasez de finales de 2023 e inicios de 2024 impactó en el volumen de envíos. Sin embargo, al anticiparse a esta situación y considerando que Perú es un actor importante en el mercado de la uva, se registró un aumento del 23% en el precio promedio, lo cual ayudó a compensar la disminución en volumen.
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