El desarrollo de la vacuna contra el COVID-19 ha sido una de las innovaciones médicas más desafiantes en los más de 170 años de historia de Pfizer. Entre el 2020 y el 2021, las ganancias totales de la farmacéutica crecieron en 92% y la facturación global alcanzó los US$ 81,300 miles de millones. Este crecimiento permitió aumentar las inversiones en investigación y desarrollo de US$ 8,900 millones en el 2020 a US$ 10,500 millones el año pasado. “La investigación clínica trae soluciones. Gracias a la tecnología que teníamos estudiada previamente, pudimos desarrollar la vacuna en tiempo récord”, afirma Christopher Ariyan, country manager del Clúster Andino de Pfizer.