Perú es uno de los pocos países de la región en el que todavía se utiliza plomo en la fabricación de pinturas domésticas usadas para las paredes de los hogares y locales públicos. Este metal pesado es uno de los que genera enfermedades respiratoritas terminales en niños y mujeres gestantes. La OMS identificó que el plomo causó más de un millón de muertes en el mundo por año.
“En la mayor parte del continente se ha proscrito la utilización de plomo en las pinturas por el grave riesgo que representa para la salud de las personas. Es inadmisible que aún el Perú no haya reglamentado la utilización de este metal en la fabricación de pinturas como si lo ha hecho en el caso de juguetes. Gran parte de enfermedades crónicas y terminales son producto de la presencia del químico en el hogar, resultando esto en el deterioro de la expectativa de vida de las personas” sostuvo Marcos Alegre, director de la ONG Grupo GEA.
En octubre, la Comisión de Salud del Congreso aprobó por unanimidad el dictamen del proyecto de Ley 5180 que protege la salud de las personas al normar la presencia y concentración de plomo en pinturas y otros materiales de revestimiento. A pesar de la aprobación unánime y encontrarse desde entonces en la Agenda del Pleno, no se ha priorizado su discusión en un tema tan relevante para la salud de los peruanos
Según la Dirección General de Salud Ambiental (DIGESA), las pinturas a base de plomo presentan un peligro especialmente en niños en fase de desarrollo y mujeres gestantes, debido a los efectos degenerativos que podrían causar en su salud.
“En Perú, la gran mayoría de las pinturas contienen plomo. Es decir, todos en nuestras casas estamos expuestos inconscientemente a un asesino silencioso. Corresponde al Estado impedirlo como ya lo han hecho nuestros países vecinos” comentó Alegre.
La Conferencia Americana de Higienistas Industriales (ACGIH) ha clasificado a los compuestos del plomo como productos cancerígenos para los humanos, pues en caso de inhalación el cuerpo absorbe entre el 30%-50% de las toxinas. Asimismo, el plomo que ingresa al organismo tarda aproximadamente 20 años en ser eliminado, pudiendo desarrollar enfermedades mortales y condiciones delicadas en el sistema nervioso, inmunológico, digestivo, el corazón y los huesos.
Actualmente en el Perú existe una ley que prohíbe y sanciona la fabricación, importación, distribución y comercialización de juguetes y útiles de escritorio tóxicos con pintura de plomo. Sin embargo, el Congreso de la República aún no implementa medidas para eliminar este químico en la pintura del hogar y no ha concretado una normativa que resguarde la salud de los peruanos ante su exposición.
Cabe destacar que el Instituto de Sanimetría y Evaluación Sanitaria de la OMS ha estimado a nivel mundial que, solo en el 2017, la exposición al plomo causó más de un millón de muertes y la pérdida de 24,4 millones de años de vida.