Las bajas temperaturas que se registran en distintas partes del país están impulsando la producción de prendas de vestir. Antonio Castillo, gerente general de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), detalló a Gestión el avance del sector textil y confecciones y cuáles son las expectativas hacia cierre de año.
“En junio se puede observar una mejora del 5.9% en la fabricación de prendas de vestir. De esta cifra, el 60% son productos para exportación, mientras que el 40% es para el mercado nacional”, expresó.
“Estas cifras nos dan una señal de que podemos tener un crecimiento del 7% al cierre del 2024, frente al 2023. La mayor fabricación de prendas de vestir se debe a las condiciones climatológicas (bajas temperaturas) que se presentaron entre abril y junio”, añadió.
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Exportaciones
De acuerdo con la SNI, entre el 2022 y 2023 las exportaciones del sector textil y confecciones cayeron 18%. Castillo explicó que esta disminución se debió a la contracción del mercado internacional, especialmente en Estados Unidos, uno de los destinos más importantes para las exportaciones peruanas.
“Esperamos una recuperación de entre 4% y 5% en las exportaciones. La reducción de las tasas de interés de Estados Unidos, nuestro principal destino, generalmente estimula el crecimiento económico de ese país, lo que puede aumentar la demanda de productos importados, incluidos aquellos provenientes de Perú”, dijo.
“En el mercado nacional, las grandes empresas exportadoras contribuyen a la compra de maquinaria, invierten en infraestructura, realizan contratación de mano de obra, y esto también impulsa al sector textil y confecciones para que siga creciendo”, añadió.
Importaciones chinas y su impacto en la textilería peruana
Las importaciones del sector vestuario se redujeron en un 7.7% entre enero y junio de 2024, en comparación con el mismo período de 2023, según el gremio industrial.
“En el período de enero a junio de 2023, las importaciones de vestuario y otras confecciones alcanzaron aproximadamente los US$ 536 millones. Para el mismo período, en 2024, la cifra se redujo a US$ 495 millones”, precisó Castillo.
Cabe precisar que el 80% de las importaciones del mercado son prendas que vienen desde China.
Susana Saldaña, representantes de los empresarios textiles de Gamarra, sostuvo que la industria textil peruana depende de insumos importados desde China, como hilos, botones y cierres, entre otros, que no se fabrican localmente.
Sin embargo, entre el 2019 y 2021 el sector sufrió un gran impacto ante la presencia de las importaciones Chinas.
“Los consumidores peruanos tienden a preferir ropa importada debido a su menor precio, aunque esta ropa suele ser de menor calidad y puede estar hecha con materiales dañinos. El precio para muchos siempre será lo “más llamativo”. Hay que tener en cuenta que de 10 prendas que se venden, 9.5 son importadas”, dijo.
En esa línea, Saldaña manifestó que con el inicio de operaciones del puerto de Chancay, aumenta la preocupación de los empresarios textiles de Gamarra, ya que ‘al no haber políticas de Gobierno claras frente a las importaciones’, podría afectar notablemente a este sector.
“Gamarra no ha recuperado las cifras prepandemia (2019, 2020), no hemos superado ni el 50% de los niveles de recuperación. La manufactura lleva cerca de 14 meses a la baja, recién en abril se notó un poco de crecimiento”, anotó.
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Competitividad
Para Jorge Ballesty, representante de Textilinca (Feria Textil Internacional de Diseño, Sublimación, Maquinaria e Insumos), la competencia con China ha impulsado a los diseñadores peruanos a innovar y crear productos diferenciados. Sin embargo, para competir eficazmente, es necesario desarrollar un valor agregado en las marcas peruanas que las haga más atractivas para el consumidor local y global.
“La capacidad instalada en la industria textil peruana está subutilizada debido a la competencia con productos importados, lo que reduce la producción local y afecta el empleo en este sector”, expresó.
“Las políticas de producción en China, como menores impuestos y costos laborales, crean una competencia desventajosa para las empresas peruanas. Esto afecta la rentabilidad y competitividad de los productos textiles locales, a pesar de que muchas veces tienen una mejor calidad”, añadió.
Yuriko Cabeza, Lima 1987. Licenciada de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, con más de 12 años de experiencia en medios digitales. Escribo sobre política, actualidad local y realizo informes especiales.
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