El mayor fabricante mundial de baterías, la china CATL, invertirá 3,300 millones de yuanes (US$ 466.2 millones, 415.4 millones de euros) en un laboratorio en el que desarrollará unidades de última generación, informó la prensa oficial.
La compañía puso ayer la primera piedra de este complejo, llamado 21C Lab, que cubrirá 18 hectáreas y se situará en la ciudad de Ningde (sudeste de China), donde la empresa tiene su sede central.
Se espera atraer a un millar de investigadores en un plazo de cinco años, y está previsto que en el 2021 comiencen sus operaciones.
Según CATL, el laboratorio se centrará en el desarrollo de sistemas de almacenamiento de energía electroquímica de próxima generación, así como en nuevos sistemas de conversión de energía.
Asimismo, se investigarán modelos de fiabilidad de baterías de ion-litio o tecnología no destructiva para llevar a cabo pruebas.
Este mismo mes, el presidente de CATL, Zeng Yuqun, afirmó que su compañía puede fabricar una batería capaz de dar energía a un coche para recorrer dos millones de kilómetros con una vida útil de 16 años.
Según Zeng, sería un 10% más cara que las empleadas habitualmente en vehículos eléctricos, aunque estas tienen capacidad para impulsar un automóvil por unos 240,000 kilómetros, por lo que la diferencia sería notable.
No obstante, según indica el portal digital privado Caixin, el jefe de la compañía no dio más detalles sobre la batería ni reveló si ya cuenta con clientes que hayan efectuado pedidos.
En el 2019, CATL fue la empresa líder a nivel mundial en términos de volumen de consumo de baterías para vehículos eléctricos, con 40.25 gigavatios por hora (GW/h).
La compañía cuenta con más de 26,000 empleados y tiene filiales en países como Alemania -donde actualmente está construyendo su primera fábrica europea-, Francia, Japón, Estados Unidos o Canadá.
Entre sus clientes figuran gigantes automovilísticos como BMW o el Grupo Volkswagen, y también destacadas firmas del mercado del vehículo eléctrico como la estadounidense Tesla.