Hablar de la Sociedad de Beneficencia de Lima, con más de un siglo y medio de creación, trae a la mente nombres como el Hogar de la Madre o el Hospicio Canevaro, entre otros, sin dejar de mencionar una cartera importante de predios.
Pero su nombre también nos evoca a la Lotería de Lima y Callao, una de las unidades que le generaban recursos, pero que el tiempo y anteriores administraciones provocaron su cierre, según señala Guillermo Ackermann, presidente de la Beneficencia de Lima.
En estos momentos se encuentra a punto de renacer y lo haría de la mano de una empresa conocedora del sector de loterías y juegos de azar: Intralot, promotor de la Tinka.
Ackermann refiere que esto es parte de un plan maestro que están desarrollando, el mismo que los llevará a una serie de proyectos para revalorizar predios y mantener los proyectos de la institución.
El ejecutivo comenta que hace unos años, en anteriores administraciones, Intralot tocó las puertas de la beneficencia con el fin de aprovechar el potencial de la Lotería de Lima y Callao, pero la falta de visión hizo rechazar la propuesta.
“Ahora estamos por firmar un convenio y relanzarla y podremos hacer muchas acciones en conjunto para recuperar esta unidad. La refundamos y la relanzamos”, refiere.
Precisamente, cuando cierra la Lotería de Lima y Callao, quedaron 25 cajas fuertes, aquellas que guardaban el dinero sorteado y una propuesta es poder subastarlas, plan que están evaluando.
Además de la cartera de predios –650 en total-, la beneficencia cuenta con obras de arte de importantes artistas como José Sabogal y Julia Codesido.
“El Ministerio de Cultura nos tiene en custodia dos cuadros de El Greco, y una de Pedro Pablo Rubens”, anotó Ackermann.
Pero no todo es material. También hay patrimonio inmaterial como la obra de Martín Adán.
“Tenemos mucha obra intelectual que con el paso del tiempo queda en el aire y nosotros podemos recuperarla y dar proyección. Podemos llegar a acuerdos con las familias y ser depositarios y nosotros administradores y lograr un beneficio mutuo”, comentó.
Proyectos de desarrollo
En 1968, el gobierno de turno estatizó las beneficencias, generando un desmedro en los próximos 50 años, refiere Ackermann. Pero hace un año, con la aprobación del Decreto Legislativo 1411, que les restituyó su naturaleza y gestión privada, los cambios empiezan a reflejarse.
La recuperación de casonas históricas con el fin de ponerlas en valor y que se genere un circuito turístico o en algunos casos recuperar predios para generar vivienda social digna para sus habitantes es parte del plan de la beneficencia.
“El plan maestro de recuperación del centro histórico ya fue aprobado para poder colocar en blanco y negro los lineamientos y empezar el proceso”, dice Ackermann tras comentar que si bien son una entidad independiente y privada saben que varios predios son parte fundamental del Centro Histórico.
Un ejemplo de recuperación de vivienda es la Casa de Las Columnas, ubicada en el Jirón Conde de Superunda, hoy habitada y que quieren recuperar para mejor la vida de quienes viven en ella.
Pero también ocurren situaciones en que la informalidad ha imperado. “Son viviendas de dos pisos habitadas por un buen pagador pero que de pronto sobre esos dos pisos construyó cuatro más. Podríamos decir que regularice el pago, pero eso sería formalizar la informalidad y no se trata de eso. Vamos a actuar como se debe, y lo indicado es demoler esa construcción”, comentó Ackermann.
Esto también se da en predios declarados como finca ruinosa, habitado por personas a quienes se les cobra una renta mínima pero que ponen su vida en riesgo al habitar dichas viviendas. “Hemos decidido no tomar un sol más de fincas ruinosas porque estamos avalando que sean informales y que permanezcan ahí, y exhorto a las autoridades a que nos apoyen porque la ley protege muchas veces al usurpador”, anotó.
En tanto, para alcanzar nuevos donativos, ya que en las últimas décadas se han reducido, el ejecutivo indicó que están trabajando en un proyecto que permita generar incentivos a las empresas que puedan generar donaciones.
Predios
Los predios de la Beneficencia de Lima están concentrados en el Cercado, un 20% a 30% en Barrios Altos, y una parte también en el Rímac. Estas tres zonas deben congregar el 70% de los predios, la mayoría casonas.
También existen predios importantes en Magdalena del Mar, como el Puericultorio Pérez Araníbar y el Hospital Larco Herrera; además de otros en Lince y Jesús María.
En el caso del Centro Histórico están trabajando de la mano del ministerio de Vivienda y de otras entidades para desarrollar proyectos de vivienda social. Y es que restaurar un inmueble es tres veces más caro que si se construye de cero o se remodela, sostiene Guillermo Ackermann.