Imagine un mundo sin Google (GOOG | GOOGL), el motor de búsqueda dominante que es el punto de partida de más de cinco mil millones de consultas al día. Esa es la realidad que enfrenta Australia, donde el gigante tecnológico amenaza con desactivar su buscador en un enfrentamiento con el Gobierno.
Google se opone a un proyecto de ley que obligaría a la empresa y a Facebook (FB) a pagar a los medios australianos por usar su contenido. El ultimátum del gigante de Internet a los legisladores locales amenaza con dejar un vacío digital en una nación que básicamente conoce solo una forma de navegar por la web. El 95% de las búsquedas en Internet en Australia se realizan a través de Google.
Las posibles consecuencias de la disputa van mucho más allá de Australia para Google, propiedad de Alphabet, cuyo dominio de la publicidad mundial la ha convertido en un objetivo para los reguladores en todo el mundo. Si la compañía se retira de Australia, la ley corre el riesgo de convertirse en un modelo para jurisdicciones como Canadá y la Unión Europea que están siguiendo la disputa y quieren reducir el liderazgo de Google.
Pero, deshabilitar el que probablemente es el sitio web más famoso del mundo entregaría toda Australia a sus rivales, entre ellos Microsoft (MSFT) Bing y DuckDuckGo, que no han logrado desplazar a Google como la puerta de entrada a la web. Estos competidores repentinamente tendrían un lugar de entretención para el desarrollo y un punto de apoyo para avanzar en el escenario global.
El estudiante de ingeniería de software Patrick Smith ejemplifica la dependencia de Google en Australia. El joven de 24 años oriundo de Canberra dijo que a veces realiza 400 búsquedas al día en Google para sus estudios, ponerse al día con las noticias y buscar recetas. Como ejemplo, comentó que su navegador del día anterior mostraba 150 búsquedas en solo cinco horas.
“La posibilidad de que las búsquedas en Google desaparezcan es aterradora, en el mejor de los casos”, dijo Smith.
Primera legislación mundial
La primera legislación en el mundo será discutida por el Parlamento australiano a partir de la semana del 15 de febrero después de un comité del Senado recomendara el viernes que se apruebe el proyecto de ley.
“El Gobierno espera que todas las partes continúen trabajando de manera constructiva hacia llegar a acuerdos comerciales”, dijo el ministro de la oficina del Tesorero, Josh Frydenberg, en un comunicado tras el informe del Senado.
El Gobierno afirma que la industria de medios local —incluidos News Corp de Rupert Murdoch y Nine Entertainment que publica el periódico Sydney Morning Herald— ha perdido ingresos por publicidad a manos de los gigantes tecnológicos y se le debería pagar de manera justa por el contenido.
Google argumenta que lleva tráfico a sus sitios web, y que verse obligado a pagar para mostrar fragmentos de noticias viola el principio de una Internet abierta. También se opone al modelo de arbitraje de oferta final de la ley que determina cuánto debería pagar a los medios.
Facebook, por su parte, ha dicho que puede impedir que los australianos compartan noticias en su plataforma si se promulga la ley, una medida sin precedentes.