Aprenda y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizaron en conjunto el proyecto Bodega Digital, una iniciativa que resultó en tres informes que profundizan en el perfil del bodeguero peruano, sus expectativas y su conocimiento en temas de digitalización.
Miriam Vásquez, gerente general de Aprenda, comenta que, si bien en algunas zonas de la capital (donde se realizó el proyecto) surgieron algunas nuevas bodegas, lo cierto es que en general muchas de ellas habían reducido sus ingresos en un 50% por la pandemia y otros factores como la coyuntura reciente.
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Perfil del bodeguero
Los resultados del estudio, que analizó a alrededor de 1,500 personas, señalan que los responsables de estas tiendas en zonas estratégicas de Lima y Callao tienen una edad promedio de 40 años a más. Entre ellos, la presencia femenina es mayor, con un 66.73% del total de la convocatoria.
Asimismo, se conoció que, sumado al factor edad y género, el cuidado de los hijos y la educación (más del 41% contaba con educación básica secundaria), muchos de ellos no estaban tecnológicamente adaptados para implementar canales de digitalización en sus bodegas.
“El 50% tiene un teléfono móvil, pero no cuenta con uno que tenga buena capacidad para almacenar herramientas digitales o con un buen plan de datos”, menciona Vásquez como una de las barreras para llevar a cabo la digitalización del negocio.
Otro de los hallazgos es que para el 77% de estos bodegueros, su tienda es la principal fuente de ingreso familiar. “Este se tiene que destinar para educación, salud y queda poco para mejorar el tema de conectividad, que es otra barrera que encontramos”, afirma la ejecutiva de Aprenda. Un gran porcentaje de estos vendedores percibe ingresos que van hasta los S/2,000, mientras que en menor número están los que reciben entre S/2,001 a S/4,000.
“La estadística desarrollada por la Asociación de Bodegueros del Perú arroja que el promedio de venta de las bodegas es de S/9,000, pero estimamos que ese es un promedio general que incluye a las más de 500 mil bodegas que hay en el país”, precisa Vásquez.
Herramientas y resultados
“Nuestro objetivo era probar que a través de la digitalización se puede tener un incremento en las ventas”, afirma la directiva de Aprenda.
En ese sentido, se brindó a los 1,506 bodegueros capacitación en aplicativos como Yape, Whatsapp Business y Grou (ahora Wally Free).
En los nueve meses que duró el seguimiento, 6% fue el crecimiento en ventas a nivel trimestral y 15% fue el crecimiento acumulado en ventas tras la capacitación.
Asimismo, Bodega Digital logró que la implementación y el uso del cobro digital sea casi total (99%).
“Antes se decía que una bodega tradicional está limitada a atender en un rango de tres o cuatro cuadradas a la redonda, pero a través del uso y aplicación de canales digitales lo que se logra es ampliar el horizonte y atender a más clientes”, explica Vásquez.
Expectativa
De otro lado, los bodegueros pasaron por una encuesta sobre qué expectativa tienen de este año y cómo ha impacto la crisis de los tres primeros meses en el país.
Si hablamos estrictamente de la crisis económica, protestas y desastres naturales, Vásquez sostiene que, según los resultados, el impacto ha sido relativo. “De acuerdo con el mapa, esta situación le ha afectado más a Lima Sur y Lima Norte. La primera porque en las playas ha habido temas de complicación en las rutas hacia las playas y en Lima Norte porque muchos tenía a su alrededor colegios estatales y se han quedado con mercadería por el inicio accidentado de las clases”, sustenta.
A pesar del contexto, más del 57% de bodegueros no pierden el optimismo y piensan que este año van a estar mejor que el 2022.
En el caso del uso de billeteras digitales, un 56.5% de bodegueros hace uso de estas. “A inicios del 2022, el efectivo representaba más del 50%. Pero no todos usan medios digitales, lo que muestra que aún hay espacio para crecer”, dice Vásquez.
En el caso de Lima Norte, Grou ha sido la aplicación menos conocida y con mayor acogida zonal. “Los bodegueros de esta zona tenían el hábito de organizarse de forma tradicional. A través del proyecto se logró generar interés en ellos para adoptar el uso de esta herramienta para tener un orden y control de sus finanzas”. Sobre Yape, las bodegas de Lima Norte no conocían algunas funcionalidades de la aplicación, por lo cual mostraron más interés que Lima Sur para adoptar y mejorar su uso.
Sobre Lima Centro, los bodegueros de esta zona cuentan con un mayor conocimiento previo de billeteras digitales, por lo cual la mayoría ya contaba con Yape o Plin. “Su interés radicaba en adoptar o mejorar la adopción de las herramientas WhatsApp Business, dado que usaban el dispositivo móvil de forma diaria como medio de comunicación con clientes”, detalla Vásquez.