Christian Lengua
La Sanahoria, cadena de tiendas de productos saludables, planea darle un giro al negocio y pasar de la venta de artículos a ofrecer comida preparada para servirse en el local y para llevar. La empresa inaugurará este nuevo espacio mixto desde el 1 de diciembre en la tienda de la calle Miguel Dasso, en San Isidro.
“Decidimos transformar el negocio para ofrecer comida preparada. Estamos apostando por un gran futuro. Nuestro local de Dasso va a ser como un showroom”, comentó Pedro Pablo Talledo, gerente comercial de La Sanahoria.
Agregó que invirtieron en Lima pensando que muchas personas no podrán ir a la playa este verano y querían ofrecer algo distinto en la ciudad.
Este modelo mixto ya se había dado de alguna manera en el local de La Estancia en La Molina, que acaba de abrir en agosto pasado, y que es la primera franquicia de la marca.
Pero Talledo explicó que el de Dasso es una versión más sofisticada, porque también tendrá una zona enfocada en lo que no son alimentos, como productos del hogar, de estilo de vida, cuidado personal, joyería artesanal, entre otros.
A estas dos tiendas, se suman dos más propias en Barranco y Surco. La idea, señaló, es repetir este modelo mixto en todas las tiendas, lo que va de la mano con los patrones de consumo del cliente.
Desde que abrieron su primer local en el 2014, la marca fue testigo de cómo crecía la demanda por productos saludables. Sin embargo, para el gerente había un tabú en torno a los productos saludables: que eran aburridos o no tenían sabor. En seis años la oferta creció de tal manera que actualmente ofrecen 2,000 productos y trabajan con cerca de 300 proveedores.
Tienen desde lácteos (sin leche animal), como quesos veganos, hasta bebidas, dulces, panadería, una variedad de productos como en cualquier mercado, solo que en una versión más natural y saludable.
En los últimos meses, el crecimiento más grande ha sido en la marca propia. Y el producto que más salida tuvo fueron los queques veganos, dentro de la línea de panadería. Otro de los favoritos es la mantequilla de frutos secos.
Sobre los clientes, Talledo contó que principalmente son mujeres de 30 años a más, que compran productos saludables para sus hogares. Tienen productos de todo precio, desde una galleta de S/ 5 hasta una proteína especial de S/ 200. El ticket promedio va entre S/ 80 y S/ 100.
La particularidad es que al ser tiendas céntricas, las personas siempre tienen una excusa de ir a hacer compras grandes o diarias. “Tenemos mucha rotación. Muchas personas en pandemia nos decían que es un sitio al que se van a relajar, a olvidarse del home office”, apuntó.
Foco del negocio
Al haber lanzado su primera franquicia –trabajaron con una consultora para crear el modelo que vienen ofreciendo–, ya hay interés de llevar la marca a provincias y al extranjero. “La idea es tener un crecimiento orgánico con tiendas propias, pero también a través de franquicias”, confesó Talledo.
Reconoció que le gustaría abrir más tiendas el próximo año, pero ahora es un poco difícil calcularlo, pues vienen enfocados en Dasso. Pero no negó que provincias les interesa bastante y también crecer en otras zonas de Lima donde actualmente no hay tiendas de ese estilo, como Lima norte.
Otro de los focos de La Sanahoria es seguir consolidando el trabajo con los proveedores, muchos de ellos artesanales. Refirió que la tienda ha logrado darle exposición a marcas chicas, para las que no es fácil entrar a mercados. “Ha sido gratificante ver que han podido mantener sus negocios a flote y vender bien, pese a la crisis de la pandemia”, indicó.