El lamentable incremento de decesos en el Perú por el coronavirus COVID-19 ha provocado que el rubro funerario se vea en la necesidad de aumentar la capacidad de sus servicios para atender a más familias. Ese fue el caso de Jardines de la Paz, compañía con 30 años de presencia a nivel nacional que desplegó esfuerzos a fin de responder una desbordante situación.
Javier Serván, gerente general de la funeraria cuenta a Gestión.pe que esta situación trajo consigo un incremento importante en la demanda, e incluso, hubo momentos en el cual llegaron al límite de su capacidad, trabajando 24 horas al día. También se notó un aumento exponencial en cremaciones, lo cual generó que compren dos hornos americanos para su crematorio ubicado en Villa El Salvador.
“En setiembre del año pasado estuvimos llegando al límite de capacidad con veinte cremaciones a diario. Ello generó que tengamos dos turnos trabajando y los hornos esté encendidos todo el día. No paramos ningún día de la pandemia e incluso trabajamos por 24 horas. Eso nos llevó a pensar cómo podríamos mejorar el servicio a los clientes”, comentó.
Jardines de la Paz cuenta con tres centros crematorios a nivel nacional. Dos en Lima (Villa El Salvador- La Molina) y uno en Chiclayo. En la sede del distrito ubicado al sur de la capital se duplicó la cantidad de hornos al pasar de dos a cuatro, hace tres meses. Estos fueron importados de Estados Unidos y puede cremar en una hora y media. En La Molina hay dos hornos y en Chiclayo uno.
Este año, la funeraria espera abrir un nuevo crematorio en el camposanto de Lurín en un plazo de dos o tres meses. El ejecutivo detalla que están culminando algunos detalles. Del mismo modo, planea inaugurar una nueva sede al norte del país, en Sullana, Piura. “Este camposanto tendrá nichos, lotes y un crematorio, estará listo en agosto o setiembre de este año”, señala.
Cremaciones
En el Perú, muchas familias optan por la sepultura tradicional a la cremación. Sin embargo, en los últimos años, incluso antes de la pandemia, se ha notado un cambio importante. Serván explica que ello se refleja en el incremento del 53% de cremaciones entre el 2019 y 2020.
“Antes de la pandemia se cremaba a diez personas fallecidas, ahora son veinte en promedio o más. Hemos tenido días con veintidós cremaciones”, cuenta el directivo.
Añade que antes de la pandemia se iba notando esta migración por dos aspectos fundamentales. El primero por las creencias religiosas o tradicionales, en la cual se opta más por el sepelio, sobre todo en provincias. Pero, también prima el factor económico, porque una cremación cuesta la mitad que una sepultura tradicional.
Las cremaciones parten de un precio de S/ 2,800 en el centro funerario de Villa El Salvador. En el caso de los sepelios varía dependiendo de lo que el cliente necesita y puede iniciar entre los S/ 4,500 – S/ 5,000.
De acuerdo con la Asociación Americana de Directores de Funerarias (NFDA por sus siglas en inglés) el 56.4% de familias en Estados Unidos opta por la cremación, mientras que el 37.5% por el sepelio. En los países europeos esa cifra se incrementa. En Reino Unido el 75% se creman; en Dinamarca el 80% y Alemania el 55%.
“La tendencia es principalmente en los países nórdicos. Perú todavía está muy lejos con un 2% de cremaciones a nivel nacional. Todavía hay mucho rango por crecer”, sustenta Serván.
Con relación a los camposantos y espacios para sepulturas, Jardines de la Paz se encuentra en permanente construcción y ampliación de plataformas y pabellones de nichos. “Queremos seguir creciendo en crematorios. Estamos apostando por eso y con la implementación y ampliación de nuestros camposantos”, concluye el directivo.