El mercado de educación superior se ha reconfigurado tras el licenciamiento. Y los grandes vencedores están claros: Intercorp, el holding multisectorial que dirige Carlos Rodríguez Pastor; Laureate, un grupo con sede en Estados Unidos que posee universidades en varios países, y la Corporación César Vallejo, que agrupa a las tres universidades fundadas por el próximo gobernador de La Libertad, César Acuña.
Entre los tres ya tienen el 60.8% de los alumnos del segmento privado (más de 505,000) y la explicación es, principalmente, el trasvase de estudiantes desde las universidades que no obtuvieron el aval de la Sunedu.
Los consorcios suman seis casas de estudio -de las 48 licenciadas-, pero solo cuatro han crecido a una velocidad acelerada desde que se empezaron a evaluar las condiciones básicas de calidad, en el 2015, hasta la fecha.
Pescaron a los sueltos
La Universidad Tecnológica del Perú (UTP), de Intercorp, es la que registró el mayor crecimiento. Del 2015 al 2021 sus matrículas se multiplicaron por cinco: pasó de tener 27,617 estudiantes en pregrado a 133,893. Un aumento largamente superior al de todas sus competidoras. La segunda con mayor expansión fue la Universidad Privada del Norte (UPN), que pertenece a Laureate. Duplicó sus alumnos, de 55,117 a 117,630.
La tercera es la Universidad César Vallejo (UCV) -aunque con una ganancia neta menor, porque partía de un nivel más alto-, que pasó de 120,562 a 153,492. Hoy la UCV tiene la nómina de pregrado más grande del mercado, por encima de sus ‘hermanas’ de la Corporación Vallejo (ya que entre la Universidad Señor de Sipán y la Autónoma suman menos de 27,000 estudiantes).
¿Por qué la UTP y la UPN han crecido tanto? El principal factor es que se le denegó el licenciamiento a varias universidades privadas masivas, cuyos alumnos tuvieron que migrar, según Justo Zaragoza, director del Grupo Educación al Futuro. En todo el proceso de reforma, fueron 49 las que tuvieron una resolución negativa de parte de Sunedu. Lograron licenciarse solo 48 privadas.
Entre las que no cumplieron las condiciones básicas de calidad destacan la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (al momento de su denegatoria tenía más de 16,000 alumnos), Telesup (20,000) y Alas Peruanas (65,000). Un porcentaje de esos 100,000 estudiantes buscó nuevas alternativas. Sus familias optaron por una universidad con un costo similar al que estaban dejando, pero con buen nivel académico y prestigio, subraya Zaragoza.
“Allí destacaron la UTP, que se le ve muy relacionada al prestigio de Intercorp, y la UPN, que se le vincula a la UPC, al ser del mismo grupo, pero en una versión más económica. Incluso, algunos profesores de la UPC también enseñan en la UPN. Tras el licenciamiento, la UTP y UPN han reforzado la percepción de ofrecer buena calidad”, destaca el experto.
Zaragoza explica que, incluso, se está dando una disputa entre ambas universidades, pues apuntan al mismo segmento socioeconómico. “Se están disputando el mercado que dejaron las universidades no licenciadas, al tener un costo promedio similar de pensión de [alrededor de] S/ 800 al mes. Las familias las ven como las mejores opciones, ya que otras universidades privadas de buena calidad tienen un costo mayor y el ingreso a una universidad pública es complicado por la competencia en la admisión”, indica.
La UTP ha crecido tan rápido que ya le pisa los talones a la UCV. Si bien esta fue otra de las que creció considerablemente, ya era masiva antes del licenciamiento. En el 2015, en cambio, la universidad de Intercorp tenía menos de 30 mil estudiantes.
Y su expansión agresiva sigue: para el 2022, la UTP reporta que su número de matrículas ya subió a 146,829. A ese ritmo, pronto podría desplazar del primer lugar al buque insignia de la Corporación Vallejo.
Para cumplir con las condiciones básicas de calidad, la UCV tuvo que sincerar su oferta de carreras e invertir S/ 400 millones en cuatro años, según declaraciones de su gerenta general en el 2018. La imagen mejoró, pero no al nivel de las otras dos.
“Para obtener su licenciamiento, la UCV debió cerrar algunos locales y programas, eso redujo el número de alumnos. En los últimos años inició una recuperación, pero el crecimiento es menor, pues la percepción de calidad educativa es menor respecto a las universidades que lideran este ranking”, dice Zaragoza.
La UPC, también propiedad de Laureate, cierra el ‘top 5′ de las universidades con mayor incremento de alumnos. Destaca su crecimiento a pesar de tener pensiones más altas y competir en un mercado más pequeño, con universidades como la PUCP o la de Lima.
‘Ricos’ nuevos
Sin embargo, en lo que la UPC sí lleva la delantera absoluta es en el dinero que factura anualmente. En el periodo que duró el licenciamiento desplazó a la PUCP -que además de las matrículas de pregrado, recibe rentas por sus negocios inmobiliarios- como la universidad con mayores ingresos del país. Llegó a S/ 1,255 millones en 2021. Hoy la UPC es la única que supera los mil millones (lo hace desde el 2018) y amplía cada vez más su ventaja.
La apertura de nuevos campus en San Miguel y Chorrillos ha impulsado dicho crecimiento, refiere Jorge Bossio, director de Aprendizaje Digital e Innovación Educativa de la UPC. Sus planes de crecimiento, mediante la apertura de nuevas sedes, son agresivos desde hace casi un lustro. “Hemos ampliado nuestra oferta educativa con nuevas carreras. Y el estudiante también valora poder elegir si sigue algunos cursos de forma virtual o presencial. Seguramente seguiremos dando esta alternativa”, dice.
Zaragoza subraya que la estrategia de Laureate en el Perú resulta clara: la UPC se enfoca en segmentos con poder adquisitivo alto y la UPN en los segmentos medios. Así tienen todo el espectro cubierto. “Son mercados distintos y complementarios, por lo que haciendo las sumas, Laureate es el que más ha ganado tras la reforma”, anota. En conjunto, la UPN y la UPC sumaron más de 191 mil alumnos en el 2021-con lo que superan a la UCV- y S/ 1,993 millones en ingresos.
Mientras, la UTP (S/ 818 millones en 2021) ha triplicado sus ingresos anuales respecto al 2015 y ya se ubica en el tercer puesto en el ranking de facturación, cada vez más cerca de la PUCP. “Para lograr el licenciamiento y mejorar su calidad educativa, estas universidades han tenido que hacer fuertes inversiones, para lo que se requiere de espaldas financieras. Y eso lo tienen la UTP y UPN [con Intercorp y Laureate]”, explica Zaragoza.
Intercorp adquirió la UTP en el 2012, cuando pertenecía al Grupo IDAT, del excongresista Roger Amuruz.
José Carlos Lumbreras, gerente de Investigación y Desarrollo en “Perú: The Top 10,000 Companies”, asegura que la evolución de los ingresos muestra mejor el crecimiento de una empresa. “No tanto las utilidades, pues algunos años pueden darse distorsiones por la decisión de realizar inversiones muy fuertes, entonces la utilidad bajará”, anota.
Gestión se contactó con la UTP, UPN y UCV, pero se excusaron de participar.
Acabó la moratoria: regresará la competencia
El panorama descrito en este informe cambiará en los próximos años si regresan las tres universidades denegadas que han pedido un nuevo licenciamiento. Daniel Navarro, vocero de Sunedu, precisa que una de ellas es Alas Peruanas. Estima que en lo que resta del año habrá otras tres solicitudes de este tipo. Y agrega que ya han recibido tres consultas sobre requisitos para crear nuevas universidades.