Redacción Gestión

redaccion@gestion.pe

Hace 30 años, nadie viajaba a Chile. Ni por negocios ni por turismo. Ese era el panorama que veía Pedro Ibáñez, hombre de empresa a quien le gustaba recorrer en compañía de amigos los paisajes mapuches.

Solo buscaba observar la naturaleza y, para eso, la consigna era ir a caballo o a pie. Lo que se convirtió en un hábito dio pie a un nuevo negocio. La visión de Ibáñez le hizo presentir que la gente llegaría a visitar su país, sea por negocio o turismo, y había que estar preparado.

Y así fue que nació Explora, un concepto de lujo que él mismo define no como una cadena hotelera sino como el aliado "para vivir la experiencia de 'explorar' lugares claves".

A la fecha, Explora tiene presencia en el norte de Argentina (Salta, El Chaltén), Bolivia (Uyuni) y claro, en Chile (Rapa Nui y Patagonia), y acaba de sumar al Perú, llegando al Valle Sagrado del Cusco, proyecto pensado desde hace algunos años y que abrió sus puertas a inicios de mes.

¿Por qué Perú?

Para nosotros, la zona andina tiene una connotación especial que cada país va combinando según la latitud del altiplano. Apreciamos el clima de los Andes y por eso queríamos estar en Perú. La experiencia aquí empezó en el 2002 y 2003 cuando compramos unas 30 hectáreas en el Valle Sagrado.

¿Cuánto tomó construir?

Cuando se compró se hizo una tramitación larga, en ese lugar había gran valor intangible. Pensamos en otra zona pero ocurrió lo mismo, que fue un largo trabajo, y explorando dónde construir descubrimos una franja donde podíamos hacerlo, lo que nos tomó tres años.

¿Cuánto se invirtió?

No puedo precisar, pero la inversión para este tipo de hoteles está en el orden de los US$ 500,000 por habitación.

¿Crecerían en espacios?

No hay tendencia a crecer porque no queremos que sea una oferta masiva sino de atención personalizada.

¿Qué otras localidades analizan para llegar?

Perú tiene muchas localidades y alternativas. Hemos ido por Ayacucho o el norte, cerca de Chachapoyas.

Ibáñez remarca que no son una cadena hotelera. Asegura que su apuesta es un complemento. El eje de la actividad consiste en salir del hotel; quien llegue a este recinto debe salir cada día de los que esté en la zona elegida. "Tiene que obtener la experiencia que es única en el mundo", enfatiza.

Pretensión aparte, el también presidente del directorio de la Universidad Adolfo Ibáñez, dice que no tomaron el modelo de otro país. "Nos hemos sorprendido con la llegada de viajeros de Europa y Estados Unidos, y ya van 23 años siendo únicos con el concepto", afirmó.

¿Se vienen novedades en el Valle Sagrado? Ibáñez señala que podía faltar "una que otra cosa pero muy mínima". Hoy por hoy, el ejecutivo ha perdido la cuenta del número de turistas que han pasado por Explora en Perú, pero sí dice que ve mucho interés de turistas ingleses y, de esta parte del mapa, de los brasileños.

Un empresario disruptivo y multifacético que solo busca hacer cosas distintas

Pedro Ibáñez Santa María es miembro de una de las familias más tradicionales de Chile. Un empresario con sendas reseñas dentro de la prensa de su país que lo describen como disruptivo, multifacético y de perfil bajo.

Incluso se dice que su vida no apunta a ganar plata, sino a hacer cosas distintas, que calza perfectamente con Explora.

Es la cabeza del Grupo Córpora, que hace tres años se desprendió del 100% de acciones de Tresmontes Lucchetti S.A.,a favor del grupo colombiano Nutresa, por US$ 758 millones, y tras esa operación no se ha conocido sobre un nuevo negocio al que ingrese Ibáñez, quien es arquitecto.

Tal parece que sus esfuerzos se han canalizado a su otro pasión: el lado académico. Su padre fundó la Universidad Adolfo Ibáñez y el empresario supo articular el modelo de enseñanza de la universidad, dicen en su país.

Hoy no solo están en Chile con pre y pos grado, también se encuentran en nuestro país con esta última división de estudios.