En un nuevo impulso a la masificación del gas natural en el sector de transporte, el Gobierno y los concesionarios del servicio han venido impulsando el gas natural licuado (GNL) para vehículos de carga pesada. Así, en enero del 2023, Cálidda y Grifos Espinoza S.A. (GESA) inauguraron el primer surtidor de dicho combustible en el país, en Puente Piedra. En tanto, empresas como Cargueros Terrestres (Carter) ya tienen la flota lista para recibir GNL. Sin embargo, el mismo aún no puede ser suministrado. ¿Cuáles son los motivos?
Francisco Ponte, gerente general de GESA, señaló que el surtidor estuvo listo desde marzo del 2021. Desde ese momento hasta diciembre de ese año, operó en modo de prueba con permisos especiales y, tras aprobarse la normativa técnica y de comercialización, obtuvo el registro del Organismo Supervisor de la Inversión en Energía y Minería (Osigermin).
“En enero del 2023, con el registro de operación, el surtidor ya estuvo 100% operativo y autorizado, por eso se hizo la inauguración”, comentó a Gestión, tras mencionar que hay “cientos” de empresas de transporte de carga interesadas en operar con GNL y una flota de 30 camiones aptos para ese combustible.
Dentro de dicha flota, figuran 10 camiones importados en diciembre por Cargueros Terrestres (Carter). En febrero, la compañía recibió las placas de rodaje y está lista para recibir el GNL.
“Hemos recibido los 10 camiones y faltan otros 10 para completar el pedido de 20. Son para transporte internacional de productos de consumo masivo a otros países, a Ecuador, Colombia y Bolivia”, declaro su gerente comercial, Eduardo Azama, a Gestión, tras destacar que dicho combustible permite una autonomía de hasta 2,000 km de desplazamiento.
Sin embargo, ni una molécula de GNL ha podido ser comercializada hasta el momento.
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Los motivos de la demora
Consultado por los impedimentos para el despacho de GNL a las flotas de camiones, Ponte explicó que el Ministerio de la Producción (Produce) ya habría aprobado la normativa para la instalación de chips de control de suministro de ese combustible a dichas unidades. Sin embargo, Infogas, entidad que administra el Sistema de Control de Carga de Gas Natural Vehicular (GNV), todavía no ejecuta dicha disposición.
En su momento, recordó que el chip fue establecido para que al banco de desarrollo Cofide controle la cobranza del financiamiento de la conversión de vehículos a gas natural vehicular (GNV). “Si no pagaban, se les cortaba el suministro, pero ahora Cofide no está financiando a los camiones, no tiene sentido el chip”, anotó.
Para conocer el estado de este procedimiento pendiente, Gestión se comunicó con Cálidda, Produce y Cofide, pero no obtuvo respuesta hasta el momento.
Perjuicio económico y oportunidad
Sobre los perjuicios económicos de la demora en los procedimientos para el suministro de GNL, Ponte indicó que GESA viene pagando el préstamo de US$ 1 millón solicitado para la instalación del surtidor.
“Lo mismo están pasando los transportistas, han comprado su flota de camiones, los han financiado y no producen nada. El Gobierno debería tener mucho interés en encaminar esto, sobre todo por el problema de costos del petróleo”, anotó.
En efecto, Azama, también director de la Asociación Nacional del Transporte Terrestre de Carga, señaló que Carter ha invertido US$ 1 millón en su actual flota a GNL y alista un desembolso similar para duplicar las unidades. Sin embargo, lamentó el retraso en el despacho del combustible.
Más allá de esta situación, ambos destacaron la importancia del GNL en la reducción de costos en hasta 40% frente al diesel y el beneficio de menores emisiones contaminantes. Por ello, GESA alista un segundo surtidor de ese combustible en San Juan de Miraflores para fines del 2023