Glencore Plc, el mayor comercializador de productos básicos del mundo, elevó su participación en la planta de molienda de soja más grande de Argentina mediante la compra de acciones a su socio de riesgo con problemas de liquidez.
Renaisco BV, filial de Glencore, compró una participación adicional de 16.7% en su empresa de riesgo Renova a su socio que no cotiza en bolsa Vicentin SAIC, por un valor que no se dio a conocer. Glencore, con sede en Baar, Suiza, ahora posee 66.7% de Renova, mientras que Vicentin posee el resto.
La adquisición se realizó el 2 de diciembre, según un comunicado de la firma externa de relaciones públicas de Glencore en Argentina. La enorme planta de procesamiento de Renova se ubica en Timbúes, en el río Paraná.
Vicentin, con sede en la provincia de Santa Fe, enfrenta una crisis de liquidez, lo que obligó a una paralización de sus operaciones en algunas de sus plantas de oleaginosas. Vicentin es la compañía que más harina y aceite de soja envía al extranjero desde Argentina, que es el mayor exportador de los productos que se utilizan para la gastronomía y el forraje de animales.
Vicentin informó que debe US$ 350 millones a los agricultores y que reestructurará cientos de millones en deudas. Los productores vendieron enormes volúmenes de soja de sus inventarios en solo unas pocas semanas antes de que entraran en vigencia los impuestos a las exportaciones que implementó el nuevo gobierno.
Es posible que las moliendas de soja de Argentina se libren de algunos de los costos de la propuesta alza a los impuestos del presidente Alberto Fernández.
La legislación enviada al Congreso tiene una cláusula para conceder tarifas más bajas a las exportaciones con “valor agregado”. Eso significa que es posible que el aceite y la harina de soja deban pagar menos del 33% propuesto para la soja sin procesar. Las moliendas han perdido negocios y han dejado capacidad adicional inactiva después de que se eliminara el año pasado el diferencial con la soja sin procesar.
Las mayores tasas tributarias sobre el maíz y el trigo pueden ajustar los márgenes de los cereales, lo que instaría a los agricultores a sembrar más soja.