Facebook confirmó que cerrará sus filiales en Irlanda, situadas en el centro de una disputa sobre la transferencia de beneficios para evadir impuestos en Estados Unidos.
El gigante californiano de la tecnología confirmó la disolución de Facebook Ireland Holdings Unlimited Company, en momentos en que mantiene un enfrentamiento con las autoridades fiscales estadounidenses, que le acusan de deber miles de millones de dólares en impuestos por haber transferido de forma inapropiada sus ganancias al extranjero.
Un portavoz de Facebook afirmó que la decisión forma “parte de un cambio que se corresponde mejor con nuestra estructura operativa” y que las participaciones de las tres filiales fueron “distribuidas a su empresa matriz en Estados Unidos”.
Este cierre ya había sido adelantado por el diario británico Times y otros medios.
Facebook ha rebatido las acusaciones de las autoridades fiscales de Estados Unidos, que le reclaman unos US$ 9,000 millones por infravalorar supuestamente los activos de propiedad intelectual usados por la compañía.
Pero, según la firma de Mark Zuckerberg, estos activos ya fueron repatriados en julio en un movimiento “que alinea mejor la estructura corporativa con el lugar en el que esperamos tener la mayoría de nuestras actividades y personas”.
Facebook asegura que pagó más de US$ 11,000 millones globalmente en impuestos sobre su ganancias en los últimos tres años, y que su tasa impositiva efectiva supera el 20% en los últimos cinco años.
La noticia llega en medio de las negociaciones estancadas para alcanzar un nuevo acuerdo global sobre impuestos para distribuir las ganancias de las firmas multinacionales, incluyendo los gigantes tecnológicos, y los esfuerzos de algunos países para imponer de forma unilateral sus tasas digitales basadas en ingresos.
En noviembre, unos 75 importantes agentes tecnológicos, incluyendo a Google y Facebook, apoyaron una iniciativa francesa comprometiéndose a realizar “una contribución fiscal justa” en los países en los que operan.