En las afueras de El Dorado, corazón del auge petrolero de Arkansas en la década de 1920, una empresa respaldada por Koch Industries Inc. intenta acelerar drásticamente la extracción de un metal para baterías esencial para que el mundo deje de depender de los combustibles fósiles, y, de paso, demostrar que los detractores se equivocan.
Standard Lithium Ltd. trabaja en este avance dentro de un almacén blanco cercano a una enorme fábrica de productos químicos de la alemana Lanxess AG que alimenta aguas residuales salobres a la instalación. Un conjunto de tuberías y estanques en la planta de demostración convierte la salmuera en un compuesto de litio en cuestión de días, en lugar del año o más que tardan los métodos tradicionales de recuperación.
La empresa es una de las decenas de compañías que se apresuran a comercializar tecnología para extraer litio directamente de la salmuera, dando paso a una nueva fuente que complemente las minas de roca dura y los enormes estanques de evaporación que actualmente abastecen al mundo del metal de las baterías. El resultado de estos esfuerzos marcará el futuro de la industria, ya sea con la promesa de un suministro abundante o con reveses que amarguen a los inversionistas durante años.
Estos avances se conocen como extracción directa de litio (EDL). Prometen ser más baratos, rápidos y ecológicos que los sistemas de producción tradicionales de litio en Sudamérica, que posee cerca de la mitad de las reservas mundiales del metal blanco plateado. La extracción directa de litio también abriría nuevas fuentes de suministro en Norteamérica, como la recuperación del metal a partir del agua salada producida por las perforaciones petrolíferas.
“Es un paso evolutivo en la industria del litio”, dijo en una entrevista el director ejecutivo de Standard Lithium, Robert Mintak. “Si vamos a tener una cadena de suministro que pueda satisfacer las demandas de la industria del litio, la EDL será una de las herramientas”.
A lo largo de toda la cadena de suministro mundial de vehículos eléctricos, esta nueva forma de extraer litio se presenta como la solución para aumentar la producción y proteger el medio ambiente. Se están invirtiendo miles de millones de dólares en lo que Goldman Sachs Group denomina “tecnología potencialmente revolucionaria”, muy similar al impacto disruptivo del esquisto bituminoso en la industria petrolera.
Sin embargo, algunos productores y expertos del sector se muestran cautos. A pesar del auge de las pruebas y el desarrollo, estas técnicas aún no se han probado a gran escala y perfeccionarlas puede llevar años. Después de todo, el empresario texano George Mitchell experimentó con la fracturación hidráulica durante décadas antes de encontrar el método adecuado para extraer gas de esquisto de forma económica.
Los precios del litio alcanzaron máximos históricos el año pasado, cuando la creciente demanda derivada del auge de los vehículos eléctricos provocó un ajuste en los mercados. Desde entonces, los precios han bajado ante el flujo constante de nueva producción de Australia, aunque siguen siendo elevados gracias a las optimistas perspectivas de crecimiento de los vehículos eléctricos. La escasez prevista a partir de 2025 está impulsando a las nuevas empresas, a las mineras e incluso a las grandes petroleras a buscar nuevas formas de ampliar la oferta.
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Tras años de intensas pruebas y trabajos de desarrollo, el mundo está a punto de averiguar si la EDL funciona a escala comercial.
Gigantes del petróleo y el gas como Exxon Mobil Corp. están creando empresas para extraer litio de la salmuera de los yacimientos petrolíferos. Rio Tinto Group, la segunda minera del mundo, está probando métodos de extracción en Argentina, donde desarrolla un proyecto de litio. Mientras tanto, Koch y el gigante chino de vehículos eléctricos BYD Co. ya comercializan tecnologías EDL.
Se están construyendo varios proyectos comerciales, como la planta Centenario de Eramet S.A. en Argentina, que pretende estar plenamente operativa a mediados de 2025. En China, Sunresin New Materials Co. ya opera plantas de este tipo.
Gran parte de este entusiasmo puede atribuirse al creciente escrutinio de los problemas medioambientales y sociales de la minería.
Durante años, las minas en el desierto del norte de Chile operadas por SQM y Albemarle Corp. se consideraron la forma más limpia y sencilla de producir el metal. Bombean grandes cantidades de salmuera desde debajo de un salar, que se almacena en gigantescos estanques durante más de un año. Cuando el agua se evapora, el concentrado resultante se procesa en plantas cercanas y se envía a los fabricantes de baterías chinos y coreanos.
Tan sencillo como rentable, este proceso utiliza mucha menos agua dulce, productos químicos y energía que la extracción de roca dura que se practica en Australia, el principal productor. Pero el método de evaporación implica la evaporación de miles de millones de litros de salmuera en uno de los lugares más áridos de la Tierra, lo que, según algunos, es una amenaza para la fauna, como los flamencos rosados que habitan en su paisaje similar a Marte.
La EDL pretende resolver estos problemas mediante el uso de equipos como filtros y membranas para extraer directamente el litio y devolver lo que sobre a los lagos de salmuera subterráneos. El proceso es mucho más rápido y ocupa menos espacio que los estanques de evaporación. Todo ello reduciría el impacto sobre los frágiles ecosistemas desérticos, una solución aceptable para los fabricantes de automóviles y sus inversionistas, así como para las comunidades locales y los Gobiernos.
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Bolivia y Chile están haciendo de la EDL un requisito para explotar sus riquezas de litio, una medida significativa dado que el primero cuenta con los mayores yacimientos potenciales del mundo y el segundo con las mayores reservas económicamente explotables.
Goldman Sachs calcula que, si entre el 20% y el 40% de los proyectos de salmuera de América Latina utilizaran EDL, la producción de litio de la región podría aumentar en torno al 35% a partir de 2028, lo que representaría un incremento del 8% de la oferta mundial.
Sin embargo, los efectos de la reinyección de salmuera aún no se han estudiado adecuadamente, y la eficiencia de las plantas de EDL debe sopesarse junto con la necesidad de más agua dulce y energía que la evaporación. El proyecto Salar Blanco en Chile, por ejemplo, estima que utilizará entre tres y ocho veces más agua dulce.
“El futuro de las tecnologías EDL aún es incierto y su viabilidad se debe evaluar a largo plazo”, señaló SQM en una respuesta escrita a las preguntas de Bloomberg. El segundo productor mundial está negociando un nuevo contrato en el marco del modelo público-privado anunciado recientemente en Chile que incluye el requisito de prácticas más sostenibles.
Joe Lowry, el veterano consultor de la industria apodado Mr. Lithium, ve la EDL como una técnica para desbloquear nuevas fuentes en Norteamérica. Pero en Sudamérica, debería considerarse como una forma de mejorar, no de reemplazar, el método de evaporación, afirma, y estima que menos del 15% de la producción mundial se obtendrá mediante EDL en la próxima década.
Mientras tanto, varias compañías petroleras están apoyando los esfuerzos para extraer litio de la salmuera. Occidental Petroleum Corp. ha dicho que está explorando la extracción de litio a partir de salmuera, mientras que Imperial Oil Ltd. tiene una participación del 5% en la minera canadiense E3 Lithium Ltd., que está probando la tecnología EDL en la zona petrolera de Canadá.
Koch, la potencia de la transformación de combustibles en fertilizantes, ve en la extracción directa una forma de contribuir a alimentar un mercado que se quintuplicará de aquí a 2030 a medida que se acelere la adopción de los vehículos eléctricos. Según Garrett Krall, director de iniciativas estratégicas de Koch Engineered Solutions, la extracción directa de litio es un “botón fácil, por así decirlo, para que el sector del litio genere una enorme cantidad de suministro en regiones donde, de otro modo, probablemente no podría”.
La tecnología de Koch se exhibe en la planta de demostración de Standard Lithium en El Dorado. Koch incluso invirtió US$ 100 millones en la empresa canadiense, que planea empezar a construir una instalación comercial de EDL junto al emplazamiento de Arkansas, a principios de 2025. Su director ejecutivo, Mintak, prevé la plena producción para 2026.
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Para los escépticos de la EDL, algunas empresas más pequeñas se han convertido en pararrayos de las preguntas sobre la tecnología. El vendedor en corto Blue Orca Capital expresó sus dudas sobre la viabilidad de la tecnología de Standard Lithium en noviembre de 2021. Unos dos meses después, Hindenburg Research reveló una posición corta en la acción en un informe crítico con la empresa con sede en Vancouver. Standard Lithium calificó los informes de falsos y engañosos.
En un parque industrial en las afueras de Santiago, Summit Nanotech Corp. está preparando una instalación para probar la salmuera del norte de Chile. La empresa, con sede en Calgary, utiliza un material patentado para absorber el metal y está estudiando métodos de reinyección, aplicando los conocimientos adquiridos en los yacimientos petrolíferos de Alberta. La extracción directa parece inevitable, dada la gran huella de los estanques de evaporación y la oposición de las comunidades, dijo el director de geociencias, Stefan Walter.
“Va a llevar tiempo”, señala. “Va a ser difícil, va a requerir mucho capital. Pero las nuevas tecnologías innovadoras son más o menos así”.